San Diego, EE.UU., 22/05/2019 (El Pueblo en Línea) - Científicos de la Universidad de California en San Diego y de la Universidad de la Reserva Occidental de Case, ambas en Estados Unidos, han descubierto que un virus vegetal es una herramienta muy eficaz para liberar pesticidas en el suelo, destaca ABC.
Los microbios funcionan como nanopartículas que se adhieren a las moléculas del plaguicida y permiten que este llegue a zonas más profundas, lo que permite ahorrar en el uso de estos productos. Sus conclusiones se acaban de publicar en Nature Nanotechnology.
En el mundo de la agricultura también hay algo parecido a los efectos secundarios. Los agricultores de todo el mundo liberan fertilizantes al medio ambiente para acelerar el crecimiento de las plantas, pero a veces acaban contaminando los acuíferos, los ríos y los lagos. También se usan herbicidas para evitar el crecimiento de las ?malas hierbas?, pero con ello se acaba eliminando a la vegetación autóctona, adaptada a las condiciones de cada lugar. Por último, se emplean productos para matar a herbívoros y parásitos, pero normalmente se acaba eliminando también a muchos otros invertebrados.
Por estos motivos, en muchas ocasiones la agricultura da?a el medio ambiente y pone en peligro su sostenibilidad o incluso la supervivencia de muchos ecosistemas. Por eso resulta crucial que el uso de los fertilizantes, herbicidas e insecticidas sea lo más eficaz y lo menos contaminante posible.
Una de las formas de lograrlo, es emplear plaguicidas más específicos. De hecho, ya se usan seres vivos para controlar a ciertas especies. Pero hay otra forma: en este caso se propone usar unos peque?os microbios como partículas con las que transportar productos químicos.
En esta ocasión, los investigadores han descubierto que un virus que se usa como modelo de investigación en los laboratorios, y que se conoce como virus del mosaico del tabaco, es capaz de adherirse a moléculas de pesticidas y comportarse como un ?taxi? para transportarlas hasta zonas más profundas del suelo.
Los pesticidas se adhieren fuertemente a la materia orgánica del suelo, con lo que no llegan a la zona donde crecen las raíces. Allí es justo donde viven los nematodos, un grupo de gusanos muy abundante y que en ocasiones ataca a las plantas.
En esta ocasión, los investigadores hicieron pruebas en columnas rellenas de suelo. Comprobaron que ciertas nanopartículas usadas para transportar fertilizantes o pesticidas eran capaces de hacer que estos productos llegasen a profundidades de hasta 12 centímetros, sencillamente vertiendo agua por arriba. Sin ellas, las moléculas se quedaban adheridas en los primeros centímetros.
Pero el virus del mosaico del tabaco mostró ser mucho más eficaz que estas partículas: fue capaz de transportarlas hasta profundidades de 30 centímetros.
Si el virus puede hacer esto es probablemente porque tiene forma tubular y es bastante grande, para ser un virus: alcanza los 300 nanómetros de longitud (un nanómetro es la millonésima parte de un milímetro). Según los investigadores, es probable que la geometría de este microorganismo y la naturaleza de su superficie favorezcan su alta movilidad por el suelo.