Beijing, 13/08/2019 (El Pueblo en Línea) - En las últimas semanas, jóvenes manifestantes enmascarados de negro han causado el caos en la Región Administrativa Especial de Hong Kong ,China, cambiando el curso de sus vidas mientras convierten las protestas contra el Proyecto de Ley de Extradición en una guerra contra la paz, la gobernanza basada en la ley y contra Hong Kong.
Desde el 9 de junio, más de 420 personas han sido detenidas por actos ilegales, imprimiendo un antecedente reproblable en sus vidas y en la historia de la Región Administrativa Especial.
Utilizados como carne de ca?ón por fuerzas externas, muchos de los manifestantes son jóvenes y estudiantes, que se han unido a los radicales para realizar fechorías como destruir la propiedad pública, incendiar, difundir rumores en línea y participar en disturbios.
El 31 de julio, los Tribunales de Magistrados del Este de Hong Kong sentaron en el banquillo a 45 acusados por cargos que incluían disturbios, asalto a agentes de policía y posesión de armas peligrosas. En el grupo se encontraban un adolescente de 13 a?os, un estudiante de 20 a?os, y una joven pareja joven comprometida para casarse.
A pesar de su edad, debido a su participación en los violentos enfrentamientos tienen que responder ante la ley.
Bajo el lema creado por la oposición "lograr justicia violando la ley", estos inexpertos manifestantes han sido guiados por un camino peligroso donde ya no pueden definir lo correcto y lo incorrecto mientras cantan "Liberar a Hong Kong es la Revolución de nuestro tiempo".
Como versa un antiguo poema chino: "Apenas un resbalón puede traer un remordimiento eterno, y al mirar hacia atrás, ya toda tu vida se ha escurrido". Estos jóvenes manifestantes, que han crecido bajo el desvelo del gobierno de Hong Kong y han cosechado los beneficios del principio "un país, dos sistemas", ahora intentan desestabilizar a ese mismo gobierno y abandonar esa misma base fundamental. Para ello, apelando a la violencia sólo arriesgan su juventud.
La melodía de la juventud debe ser sagaz y llena de alegría, vitalidad y energía positiva, mientras que el canto de la vida debe ser enérgico, emprendedor y lleno de determinación y valor para luchar por el éxito.
Si los jóvenes de Hong Kong tienen opiniones diferentes sobre cuestiones sociales, pueden participar en los asuntos políticos. El gobierno de Hong Kong ha ofrecido plataformas. Si quieren asegurarse una vida mejor, no pueden esperar que otros se las fabriquen, sino que deben aprender de aquellos que han tenido éxito a través del incesante y arduo trabajo.
Esos jóvenes manifestantes, que transitan por la etapa dorada de la vida, deben dejar a un lado la ira impulsiva y concentrarse en convertirse en útiles arquitectos del progreso y desarrollo. Asi no tendrán de que arrepentirse y podrán disfrutar de un brillante futuro.
(Web editor: 實習(xí)生, Rosa Liu)