Por Wang Zhen
Beijing, 29/10/2019 (El Pueblo en Línea) - Se han celebrado elecciones en Bolivia y el presidente Morales ha sido reelegido. La oposición interna no está satisfecha, ha acusado al gobierno y a la agencia electoral de fraude y ha organizado manifestaciones de protesta a gran escala que exigen la reelección. Estados Unidos ha aprovechado la oportunidad para atacar y promover el impulso internacional en nombre del "apoyo a la democracia". Sus aliados latinoamericanos, Brasil y Colombia, han seguido sus pasos y han anunciado que no reconocerán los resultados electorales anunciados por el gobierno boliviano. Además, han instado al gobierno a que celebre una segunda votación. La UE envió un grupo de observadores para "supervisar" las elecciones bolivianas. Este grupo primero se mantuvo en silencio, y luego afirmó que "no pudieron confirmar" que los resultados de las elecciones fueran justos, pidiendo al gobierno boliviano que volviera a contar los votos para demostrar su inocencia, pero después de que Morales acordara contar los votos de nuevo, la parte europea dijo estar de acuerdo con Estados Unidos, Brasil y Colombia sobre la "dificultad de obtener pruebas con el recuento".
Independientemente del resultado final del asunto, Estados Unidos y sus aliados son demasiado irracionales.
De hecho, las elecciones bolivianas son un asunto del pueblo boliviano: quién es elegido lo deciden los votos del pueblo boliviano. Es un asunto en el que no tienen que interferir las fuerzas externas. Si los otros países deciden que los resultados electorales de un país son "injustos" y piden una reelección, entonces ?dónde está la soberanía nacional? ?Dónde sitúan Estados Unidos y sus aliados la Carta de la ONU?
Por otro lado, culpan al gobierno boliviano de "fraudulento" sin tener pruebas veraces. Primero califican al país de "incapaz de demostrar un resultado", y después de que Bolivia aceptara volver a contar los votos, insisten en una segunda elección. Dicho comportamiento es contradictorio y caprichoso, y parece que hagan lo que hagan, ellos siempre llevan la razón.
Por último, si no hay pruebas concluyentes de fraude al mismo tiempo que se niega el resultado de unas elecciones, se está ignorando la ley. Es comprensible que exista una contradicción entre los partidos nacionales en el país y que la oposición no acepte los resultados de las elecciones, pero la intereferencia de fuerzas externas, que ignoran la ley del país, es un acto inaceptable.
Después de los disturbios en Ecuador y Chile, el caos en Bolivia ha comenzado de nuevo. Los resultados de las elecciones argentinas son un retorno a la "izquierda". En Uruguay se celebrará una segunda ronda de elecciones. Una nueva situación está desarrollándose en América Latina. Esperamos sinceramente que los países involucrados mantengan la paz y estabilidad. La premisa importante es protegerse del mundo exterior y dejar que la gente de todos los países elija independientemente. La interferencia es caótica, esto es la ley.
(El autor fue embajador de China en Uruguay y Venezuela. Actualmente se desempe?a como investigador principal en la Fundación de Estudios Internacionales de China.).
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(Web editor: 趙健, Rosa Liu)