Cada paso de la reforma y apertura no ha sido fácil, y el barco de la República nunca ha navegado por aguas tranquilas.
En 1988, la economía china experimentó inflación, y se pusieron de manifiesto los problemas de la construcción repetida y el sobrecalentamiento de la economía. Se desató una fiebre de compra de productos.
El problema del precio fue solo una de las muchas dificultades que necesitaba resolver China en su camino de la reforma. Las contradicciones que surgieron durante el proceso de erradicar el viejo sistema iban acumulándose, y afectó a diferentes sectores, como la economía y la sociedad.
Durante ese período, la situación internacional también experimentó cambios importantes. A finales de la década de 1980 y principios de la década de 1990, los países occidentales intervinieron en los asuntos internos de China e impusieron las denominadas sanciones contra China. Con los cambios drásticos en Europa del Este y la disolución de la Unión Soviética, la China socialista se enfrentaba a serios desafíos.
Frente a las complicadas y difíciles situaciones interna y externa, el Partido Comunista de China, dirigiendo al pueblo, ha manejado el barco con seguridad y, a pesar del oleaje aterrador, ha seguido adhiriéndose a la dirección correcta del socialismo con peculiaridades chinas, y los pasos de la reforma y apertura de China se han vuelto más firmes.
Mientras se estabilizaba la situación interna, el gobierno chino también estaba respondiendo activamente a las presiones externas y rompiendo las sanciones impuestas por los países occidentales.
Después de más de tres a?os de esfuerzos, la diplomacia china logró la victoria en todos los frentes.
En octubre de 1992, se celebró el XIV Congreso Nacional del Partido Comunista de China.
(Web editor: 吳思萱, Rosa Liu)