La Secretaría de Economía (SE, ministerio) de México rechazó este viernes cualquier intento de sabotaje para evitar que las empresas inviertan en el país.
"La Secretaría de Economía rechaza categóricamente cualquier intento de influir en las decisiones de inversión de las empresas con base en el miedo o la amenaza", expuso la dependencia federal en un comunicado.
La SE reaccionó así ante el mensaje del presidente electo estadounidense Donald Trump, quien a través de Twitter pidió a las empresas estadounidenses, e incluso al fabricante japonés Toyota, invertir en su país y abstenerse de hacerlo en México o, de lo contrario, "pagarán un gran impuesto fronterizo".
"México tiene el interés de fomentar la competitividad de América del Norte, y hacer de ella el área geográfica más atractiva para la inversión y el desarrollo de procesos productivos", explicó la SE en el comunicado.
Al reafirmar su compromiso con las empresas globales que invierten en el país, la entidad insistió en que "las inversiones que se hacen en México, Estados Unidos y Canadá benefician a los tres países, en virtud de la integración de nuestras cadenas productivas".
De igual manera, el ministerio mexicano sostuvo que la complementariedad de los procesos productivos en las cadenas regionales de valor "no implica afectaciones en disminución de la producción o pérdida de empleos para ninguno de los países participantes".
Las empresas Nissan y Toyota, quienes producen algunos de sus modelos en sus plantas de México, aseguraron el jueves que sus proyectos en este país se mantienen, pese a la amenaza lanzada por Trump contra Toyota por sus planes de producir autos Corolla en México.
El presidente electo de Estados Unidos, quien asumirá el 20 de enero, le dijo a Toyota, a través de su cuenta de Twitter, que o construye una fábrica en su país o pagará "grandes impuestos fronterizos".
El pasado martes, la compa?ía estadounidense Ford canceló una inversión de 1.600 millones de dólares en una planta de producción en el estado mexicano de San Luis Potosí (centro), luego de que Trump amagó con cobrarle mayores aranceles a la empresa rival, General Motors, si trasladaba la producción del modelo Chevy Cruze a México.
Para el catedrático del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey, Mauricio Kuri, la se?al de Trump es preocupante para el país latinoamericano pero también para las empresas, no obstante dijo que quien debe tomar una fuerte medida también es el gobierno mexicano para dar una certeza a las empresas que invierten.
"Una acción bilateral tiene que pasar por un proceso legal muy amplio, incluso ante la OMC (Organización Mundial de Comercio), y puede ser sancionable por ser un acto discriminatorio", apuntó.
En una entrevista por separado, el académico Roberto Sánchez de la Vara, profesor de la Maestría en Administración de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México, dijo que la única afectación posible que tendrá Estados Unidos es el costo que deberán asumir las empresas al quedarse en ese país.
"El gobierno de Estados Unidos tendrá que tomar en cuenta las ventajas comparativas que tiene México en cuestión de salarios, de costos directos e indirectos en general, en cuestión de las inversiones que aquí, obviamente, es mucho más barato que regresar esas inversiones a la Unión Americana", puntualizó.