El problema de fondo en el sistema financiero, unos 10 a?os después de la denominada crisis "subprime", continua presente, así lo afirmó Xavier Vence, catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Santiago de Compostela (USC), en el noroeste de Espa?a.
"La economía no encontró vías para recuperar el crecimiento de forma sólida y sostenida", dijo Vence a Xinhua, a?adiendo que "las políticas de austeridad agravan la situación al impedir el repunte de la demanda".
De acuerdo con el economista, no se ha producido un cambio de modelo de negocio en el sistema financiero y "simplemente está viviendo con ventilación asistida gracias a dos enormes bombas de oxígeno: rescates con fondos públicos en los EEUU y en casi todos los países de la UE y unas fantásticas inyecciones de dinero por parte de los bancos centrales".
Vence advirtió que estas políticas solo salvan "temporalmente a los bancos, pero no recupera la economía productiva ni las familias" y van camino de pasar de ser una "bomba de oxígeno temporal" a una futura "bomba de relojería".
La crisis puso de manifiesto "el agotamiento de un sistema de financierización extremo de la economía", diagnosticó Vence, explicando que se había tratado de "suplir con endeudamiento creciente la falta de dinamismo de la economía productiva real".
La especulación y el exceso de crédito creó una burbuja que estalló en 2008 desencadenando una crisis financiera mundial con graves consecuencias para la economía productiva, el sector bancario y la sociedad en general.
Para la recuperación, Vence abogó por un cambio radical en el sistema financiero que debe servir a la economía productiva y a la sociedad en su conjunto.
"Si el modelo no cambia, seguimos dominados por los intereses y la lógica del capital financiero, creo difícil que la economía se recupere de forma duradera", advirtió Vence, "como máximo podría vivirse una nueva burbuja", a?adió.
Vence cree que podría producirse una recesión económica a corto plazo en algunos países derivada de la situación actual e insistió en que "desfinancierizar la economía tendría que ser el objetivo y la condición básica para sentar las bases de un nuevo modelo".
Un modelo de globalización financiera, explicó, que otorgue más poder a los países para definir sus propias políticas productivas, industriales, comerciales y de cohesión, dando "un nuevo impulso al crecimiento basado en la expansión de la demanda solvente interna".