Shanghai planea incluir dos quintas partes de su superficie y unos mil de kilómetros cuadrados del agua circundante en una zona de protección ecológica, de acuerdo con un proyecto oficial publicado hoy martes.
La zona entera será incluida en una "línea roja ecológica", que suma 4.364 kilómetros cuadrados y que incluye 1.189 kilómetros cuadrados en la zona central donde no se permitirá construir. El resto se compondrá de áreas protegidas con tierras agrícolas, aguas y bosques.
Están programadas ocho franjas verdes urbanas. Una de ellas, que tiene una superficie diez veces mayor que la del Parque de Siglo, estará ubicada en el distrito de Pudong, cerca de los grupos de bancos, empresas de alta tecnología y firmas comerciales. La franja verde Zhangjiabang contará con 200 hectáreas de bosque, según el plan.
La gestión de Shanghai fue iniciada después de que el gobierno central de China prometiera este mes completar el proyecto de una "línea roja" ecológica, la demarcación de las fronteras y la calibración de las regiones, hasta 2020.
La estrategia quiere proteger el frecuentemente frágil sistema ecológico del país de la contaminación, que es fruto de décadas de desarrollo económico vertiginoso.
Por su parte, Shanghai ha aumentado sus esfuerzos de conservación medioambiental. Además de controlar emisiones, se han protegido bien humedales, áreas costeras y fuentes de agua alrededor de la municipalidad.
Como resultado, la calidad del aire de Shanghai ha mejorado en los últimos a?os. De acuerdo con el buró de protección medioambiental de Shanghai, el número de días con una calidad del aire "excelente" o "buena" fue de 276 el a?o pasado. Se trata del mejor resultado en los últimos cuatro a?os y esencialmente mejor que el del norte del país, que siempre se ve afectado por el esmog, contaminación del aire más neblina, durante el invierno.