RIO DE JANEIRO, 30 jul (Xinhua) -- El presidente de Brasil, Michel Temer, aseguró hoy que los primeros días de las acciones de operación de seguridad y paz en Río de Janeiro han supuesto una caída en las tasas de delincuencia, sobre todo en robos de carga.
Temer se desplazó este domingo a Río de Janeiro (sureste) para comprobar en persona el envío de los más de 10.000 militares y policías con el fin de controlar la ola de violencia en la ciudad más turística de Brasil y su región metropolitana.
Destacó que la operación tiene varias etapas y que después de terminar la primera, consistente en el reconocimiento y la ambientación de las fuerzas armadas, se centrará en el único objetivo de combatir la delincuencia organizada y el tráfico de armas.
"Esta es la primera etapa, una primera fase de varias etapas que tiene la operación", dijo Temer.
Respecto a su encuentro con el gobernador, Luiz Fernando Pezao, así como con el comandante del Ejército, Walter Souza Braga Netto, el mandatario brasile?o afirmó que tuvo informes a detalle.
"Recibí un relato muy detallado de lo qué se está haciendo, y la primera conclusión es que ha disminuido en estos dos, tres días, la tasa de criminalidad, especialmente del robo de carga", comentó sin revelar cifras.
El jefe de Estado agregó que la seguridad es una preocupación constante no solamente de la población "carioca" (de Río de Janeiro), sino de todos los brasile?os, pero especialmente del gobierno federal.
Agregó que desde hace seis meses, el Ejecutivo federal ha realizado reuniones en Brasilia (capital) "siempre con gran discreción, teniendo en cuenta el tema de la seguridad pública, especialmente en el estado y en la ciudad de Río de Janeiro".
Subrayó además la importancia del modelo de operación, que ahora pretende hacer ocupaciones durante largo período a diferencia de otras ocasiones, porque después de la salida de las fuerzas federales, la inseguridad vuelve a niveles anteriores.
El gobierno brasile?o anunció el pasado 28 de julio el envío de 10.240 militares y policías al estado de Río de Janeiro para contener la ola de violencia que vive la región, la más turística de Brasil.
El ministro de Defensa, Raul Jungmann, anunció el envío de 8.500 militares, 620 agentes de la Fuerza Nacional y 380 de la Policía Federal de Carreteras, así como otros 740 agentes, quienes permanecerán en la zona hasta finales de 2018.