NAGASAKI, Japón, 9 ago (Xinhua) -- Nagasaki conmemoró este miércoles el 72o aniversario de las bombas atómicas lanzadas por Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial en un acto en el que su alcalde, Tomihisa Taue, pidió atenerse a la Constitución pacifista de Japón y reconsiderar la política del actual Gobierno de confiar en el paraguas nuclear de Washington.
Durante la ceremonia, que se celebró en el Parque Memorial de la Paz, en Nagasaki, Taue criticó al Gobierno central por su negativa a participar en las negociaciones para unirse al Tratado sobre la Prohibición de Armas Nucleares, una actitud a su juicio "incompresible" para la gente que vive en las ciudades que sufrieron los bombardeos atómicos.
Además, urgió al Gobierno del primer ministro, Shinzo Abe, a reconsiderar su política de confiar en el paraguas nuclear de EEUU y a "reafirmar al mundo su compromiso con el espíritu pacifista de la Constitución de Japón, que renuncia a la guerra de forma categórica".
Las declaraciones de Taue llegan en un momento en el que Abe y el oficialista Partido Liberal Demócrata (PLD) intentan efectuar la primera enmienda a la Carta Magna pacifista surgida tras el fin de la Segunda Guerra Mundial.
Yoshitoshi Fukahori, representante de las víctimas de la bomba atómica en Nagasaki y de sus familiares, subrayó que la Constitución pacifista ha sido "una política de Estado básica" en Japón tras el final de la guerra y que "sin esta política, Japón podría perder la confianza del mundo".
Abe, por su parte, pronunció un discurso en la ceremonia en el que no hizo ninguna mención al contexto histórico de los bombardeos atómicos ni a la guerra de agresión librada por Japón contra sus vecinos.
Durante su intervención, se escucharon gritos de protesta en los que se exigía su dimisión.
Varios grupos civiles se reunieron en el parque a pesar de la lluvia, con pancartas y coreando consignas en favor de la paz y de rechazo a la guerra.
"Para evitar la repetición de los horrores de la guerra, la gente tiene que aprender de la historia y transmitir la verdad a las generaciones futuras", dijo Kato, uno de los manifestantes.
Para acelerar la derrota de Japón en la Segunda Guerra Mundial, las tropas estadounidenses lanzaron dos bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki el 6 y el 9 de agosto de 1945, respectivamente. Tokio se rindió el día 15 de ese mismo mes a las fuerzas aliadas, poniendo así fin a la contienda mundial.