Por Edgardo Loguercio
BRASILIA, 17 ago (Xinhua) -- La renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) entre México, EEUU y Canadá no debe alterar en lo fundamental los vínculos económicos entre esos países, pero abre posibilidad de retomar las conversaciones para un acuerdo comercial entre México, de un lado, y Brasil y el Mercosur, del otro.
En entrevista con Xinhua, el diplomático brasile?o Sergio de Abreu e Lima Florencio, embajador de Brasil en México entre los a?os 2008 y 2010, consideró que la profundidad de las relaciones económicas entre los países del TLCAN ofrece poco margen para cambios sustanciales.
Diplomático de carrera y economista de formación, Florencio es el actual director de Estudios y Relaciones Económicas y Políticas Internacionales del Instituto de Investigación Económica Aplicada (Ipea), entidad vinculada a la presidencia brasile?a.
Según Florencio, esta renegociación iniciada ayer miércoles en Washington no debe resultar en grandes cambios en las relaciones entre los países que lo integran, a pesar de la retórica del presidente estadounidense, Donald Trump, que reclama supuestos perjuicios para su país por integrar el bloque.
"En el caso de México, Trump creó una metáfora que es esa cosa del muro. Yo no veo, pensando en términos económicos, comerciales, de una estrategia, no veo ninguna solidez en eso", afirmó.
"Primero porque las empresas norteamericanas están invirtiendo en México. Segundo, el comercio con México beneficia al consumidor americano. Y tercero, si se construye el muro habrá una crisis monumental, de un país que tradicionalmente exporta su excedente de mano de obra para Estados Unidos. Es una bomba demográfica", dijo.
El ex embajador mencionó que en esa renegociación, "tal vez se presentará alguna dificultad aquí o allí, pero no veo ninguna perspectiva para que eso altere sustancialmente el comercio entre los países".
"En términos de inversión, puede ser que se pongan algunas nuevas exigencias para que empresas transplanten sus instalaciones para México, pero no veo un impacto más significativo", aseveró.
Los reclamos de Washington no hacen sino confirmar que "estratégicamente América Latina nunca fue una prioridad para Estados Unidos", que está cediendo cada vez más espacio, mientras crece la presencia de China en términos comerciales y de inversión.
"En términos económicos, Estados Unidos va perdiendo terreno en la región, incluso porque la economía norteamericana viene perdiendo dinamismo", apuntó el diplomático.
Complementó que "China no es una amenaza a la influencia de Estados Unidos en América Latina, porque es una presencia mucho más económica que política".
La renegociación del TLCAN, apuntó, puede abrir una oportunidad para retomar las conversaciones de un acuerdo comercial entre México y Brasil, iniciadas en 2010 durante su cargo como embajador o propiciar un acercamiento entre el Mercado Común del Sur (Mercosur) y la Alianza del Pacífico (AP).
El diplomático brasile?o consideró, al mismo tiempo, que la reformulación del TLCAN puede reabrir la posibilidad de un acuerdo comercial entre México y Brasil, México-Mercosur, o bien en términos de la AP con el Mercosur.
"Cuando estaba en México comenzamos, en 2010, la negociación de un acuerdo de libre comercio Brasil-México. Avanzamos bastante, aprobamos los términos de referencia, pero el proceso se detuvo por la agenda política interna en los dos países, con elecciones y cambios de gobierno", recordó.
"Una cláusula del Mercosur permite que los países firmen acuerdos con países latinoamericanos individualmente. Uruguay, por ejemplo, ya firmó un acuerdo preferencial de comercio con México", puntualizó.
Desde la llegada del gobierno de Michel Temer al poder en 2016, las chances de avanzar en esa dirección aumentaron, porque la política externa brasile?a tiende a una mayor apertura comercial, con más pragmatismo y mayor énfasis en resultados, comentó.
"El gobierno Temer ya dio una inflexión en la política sudamericana. Brasil, que se aproximaba más de los países 'bolivarianos', pasó a aproximarse a los países más 'liberales', como Perú, Chile, México, Colombia", apuntó.
Apuntó que comparando la trayectoria de México y Brasil en las dos últimas décadas, su país insistió en políticas de protección industrial y apostó en negociaciones multilaterales, lo que resultó en una economía más cerrada y menos competitiva.
"En los a?os 70, México, con el descubrimiento de grandes reservas, había llegado a pensar que sería una potencia petrolífera. Comenzó un proceso de gastos públicos exagerados, un gran descontrol fiscal, y se generaron crisis económicas. En 1994, tuvieron la crisis del Tequila, que coincidió con el inicio del TLCAN", recordó.
Dijo que "mientras Brasil continuó con la sustitución de importaciones, México a partir de los a?os 90 claramente optó por un modelo que priorizaba el equilibrio macroeconómico, ciertas privatizaciones, aunque no en el petróleo, control de la inflación, cuentas públicas equilibradas. El TLCAN acentuó ese proceso".
La crisis llevó a México a un mayor vínculo con Estados Unidos, pero no en términos comerciales sino de política macroeconómica, usando el TLCAN como un instrumento para tener políticas más equilibradas y racionales, explicó.
"Lorenzo Meyer, que es un historiador mexicano importante, dijo que el NAFTA (TLACN en inglés) fue la caída 'del muro histórico de México', como el muro de Berlín. Octavio Paz, a su vez, dijo que con el TLACN 'México dio la espalda a su historia y abrazó su geografía'. Creo que es así", consideró.
"El efecto mayor del TLCAN fue vincular la economía mexicana a Estados Unidos de una manera más profunda que el vínculo comercial. Estados Unidos, un gran mercado, y México con mano de obra barata e inversiones estadounidenses", se?aló.
El entrevistado consideró que el TLCAN "trajo un gran volumen de inversión extranjera directa, lo que hizo que el sector de manufactura creciera mucho".
"Eso produjo que hasta hace algunos a?os, México fuera uno de los mayores exportadores de manufacturas del mundo", resaltó el ex embajador.
Al mismo tiempo que crecía la inversión y la competitividad, México tuvo la preocupación de firmar tratados de libre comercio, al alcanzar acuerdos con más de 40 países, inclusive la Unión Europea (UE), lo que le permitió integrarse a las cadenas globales de valor, comentó.
"Creo que el TLCAN tuvo esa función de profundizar el vínculo económico con EEUU, mucha inversión extranjera, un boom de exportación de manufacturas, un boom que está asociado a las maquiladoras", dijo.