LA HABANA, noviembre 12, 2017 (Xinhua) -- Imagen del 11 de noviembre de 2017, de Félix Guirola conduciendo su bicicleta por la avenida del Malecón habanero en La Habana, Cuba. El cubano Félix Guirola no le teme a las alturas, por eso anda por las calles de La Habana sobre una singular bicicleta de casi cuatro metros de altura. Guirola ha remodelado varias bicicletas desde aquel 14 de agosto de 1981, cuando con una de casi dos metros se convirtió en la principal atracción de los carnavales de la central ciudad cubana de Ciego de ávila, donde nació hace 52 a?os. El día antes había visto por primera vez en su vida un tándem que trató infructuosamente de comprar, y ante la frustración decidió construir su propio modelo, pero muy diferente, porque en vez de crecer en longitud, aumentó poco a poco en altura. Guirola asegura que en aquellos a?os tuvo el récord mundial de la bicicleta más alta desde 1987 hasta 2004, pero nadie se enteró, pues solo conocían de sus haza?as los vecinos de Ciego de ávila. Desde hace siete a?os, en noviembre de 2010, Guirola se mudó a La Habana, donde vive en los bajos de un viejo edificio "art decó", en el cual tiene un peque?o taller donde trabaja con hierros y partes de bicicletas, fundamentalmente de fabricación china, de las marcas Flying Pigeon y Forever. En la capital de la isla, superar el récord Guinness se convirtió en una verdadera obsesión, y con un ciclo de 7.3 metros llegó a superar al estadounidense Richie Trimble, que tenía una marca de 6.15 metros. En un desafío a las leyes de la física, Guirola dice que el único límite que tiene son los materiales, y asegura que "no tendría limitaciones de altura si tuviera la posibilidad de tener los materiales necesarios, que no fueran tan pesados". (Xinhua/Joaquín Hernández)