RIO DE JANEIRO, 4 dic (Xinhua) -- El Consejo de Administración de la estatal brasile?a Infraero, encargada de la gestión aeroportuaria del país, decidió que no hará la inversión prevista en la concesionaria RioGaleao, que administra el Aeropuerto Internacional Tom Jobim, en Río de Janeiro (Galeao), pese al acuerdo al que había llegado con la china HNA, informaron fuentes oficiales.
Infraero se había comprometido ante HNA a invertir 1.400 millones (428 millones de dólares) en la concesionaria RíoGaleao para que la empresa china entrara en el consorcio en lugar del grupo Odebrecht.
El anuncio de la no inversión podría provocar que HNA no asuma el emprendimiento, lo que requeriría la búsqueda de un nuevo socio privado.
Según la ley brasile?a, Infraero tiene la obligación de acompa?ar a los socios privados en la capitalización de aeropuertos en los que tiene un 49 por ciento de participación, en los que también hay, además de Galeao, los aeropuertos de Guarulhos (Sao Paulo, el mayor del país) y de Confins, en Belo Horizonte.
En un comunicado, Infraero aseguró que "la decisión del consejo administrativo de Infraero es sólo una etapa en el proceso que analiza la solicitud de recursos hecha por RioGaleao. A la Infraero corresponde una deliberación de naturaleza técnica, ya la decisión final corresponde al Gobierno Federal".
En la nota, la concesionaria RioGaleao dice que espera que los procesos sigan su curso sin incidentes.
HNA es una operadora de aeropuertos chinos que ya actúa en el sector de la aviación brasile?a. En 2015, cerró un acuerdo con la aerolínea Azul para comprar el 23,7 por ciento del capital de la empresa brasile?a.
En el caso del aeropuerto internacional de Río de Janeiro, HNA se comprometió a asumir el 51 por ciento que era de Odebrecht Transport.
En 2013, el consorcio que lideraba Odebrecht ganó la administración del aeropuerto de Río de Janeiro por 19.000 millones de reales (unos 5.880 millones de dólares), un 294 por ciento más que el precio de salida en la licitación, aunque debido a los avances de la operación Lava Jato, en la que está salpicada, no tiene condiciones de cumplir su parte de inversión prevista.