LONDRES, 20 mar (Xinhua) -- Los 23 diplomáticos rusos que fueron expulsados por el gobierno británico partieron hoy de Londres de regreso a Moscú.
Un total de 80 rusos, entre diplomáticos y sus familiares, subieron a bordo de varios autobuses camino al aeropuerto.
Un grupo de amigos y colegas, muchos de ellos despidiéndose con las manos y sonriendo, dijeron adiós a los rusos cuando abandonaron la embajada, en el centro de Londres.
Mientras ellos partían, la primera ministra británica, Theresa May, se preparaba para presidir una reunión del comité nacional de emergencia para discutir si se deben imponer más sanciones en el conflicto entre Reino Unido y Rusia por un ataque con un agente nervioso en Salisbury contra un ex agente secreto ruso y su hija.
El gobierno ruso ha negado cualquier participación y en respuesta expulsará a 23 diplomáticos británicos, además de cerrar el consulado británico en San Petersburgo y la oficina en Moscú del Consejo Británico.
El embajador ruso en Reino Unido, Alexander Yakovenko, ofreció una recepción en honor de los diplomáticos obligados a abandonar Reino Unido, acción que la embajada rusa describió como una decisión hostil del gobierno británico. Al evento asistieron personal de la embajada, familiares y amigos.
En una entrevista de radio hoy, el líder del principal partido de oposición, Jeremy Corbyn, del partido Laborista, dijo que Reino Unido aún tiene que tratar con Rusia a pesar de que "todos los dedos" hacia ella por el ataque contra el ex espía en Salisbury.
Corbyn dijo que él tratará con el presidente ruso, Vladimir Putin, "pero de manera asertiva y con base en los valores del Reino Unido".
En la entrevista Corbyn a?adió que "Rusia es un país enorme que sufrió más que ningún otro en la Segunda Guerra Mundial y tenemos que reconocer que tiene que haber una relación con Rusia. Robusta, sí, asertiva, sí, demandante sí, pero tiene que haber una relación".