LIMA, 14 abr (Xinhua) -- La VIII Cumbre de las Américas en Lima no alcanzó un consenso para abordar el tema de las elecciones convocadas en Venezuela para el 20 de mayo, ante la diversidad de posturas.
Estados Unidos buscaba que los participantes en la Cumbre condenaran al gobierno de Venezuela, desconocieran las elecciones, avanzaran con sanciones en bloque e inclusive se adhirieran a una posible intervención externa.
La pretensión, si bien encontró cierto eco entre algunos gobiernos aliados, fue ignorada por varios países que, conforme a la tradición latinoamericana, evitaron pronunciase a favor de medidas más duras.
Ante la ausencia en Lima del presidente estadounidense, Donald Trump, la voz más fuerte contra el gobierno de Venezuela fue la del mandatario argentino, Mauricio Macri, quien mantuvo el viernes una reunión bilateral privada con el vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence.
Macri, amigo personal de Trump, fue el primero en anunciar que Argentina desconocerá las elecciones convocadas por Maduro, y fue secundado por sus homólogos de Chile y Colombia, Sebastián Pi?era y Juan Manuel Santos, respectivamente.
Macri, Pi?era y Santos dijeron que sus gobiernos considerarán ilegítimas las elecciones del 20 de mayo, por considerar que no están dadas las condiciones mínimas de transparencia democrática.
Brasil, un país que mantiene una tensa relación con el gobierno de Venezuela, mantuvo una posición más cauta, opuesta al intervencionismo, al reclamar una salida basada en el diálogo en ese país.
Por su parte, los presidentes Evo Morales (Bolivia), Juan Carlos Varela (Panamá) y la delegación cubana encabezada por el canciller Bruno Rodríguez, lamentaron la ausencia en Lima del presidente venezolano, Nicolás Maduro, al tiempo que defendieron el derecho soberano de Venezuela para decidir su destino.
A finales del a?o pasado Maduro fue invitado por el entonces presidente peruano, Pedro Kuczynski; sin embargo, el gobierno de Perú canceló la invitación.
El líder venezolano anunció su intención de viajar de todos modos a Perú, lo cual dio lugar a un estira y afloja entre Lima y Caracas, pero al final decidió no asistir.
En la sesión plenaria de la VIII Cumbre de las Américas, el presidente boliviano condenó las "sanciones unilaterales y amenazas de invasión contra Venezuela" lanzadas por el gobierno de Trump, en un duro discurso contra Estados Unidos, país al que calificó de "peor enemigo de la paz y de la democracia".
El tema de Venezuela no sólo fue abordado por los participantes en la Cumbre, sino que se extendió a las calles de Lima, donde grupos de inmigrantes venezolanos se mostraron a favor y en contra del gobierno bolivariano, secundados por algunos peruanos.
Manifestantes de izquierda expresaron el pasado jueves su apoyo al presidente Maduro, mientras que venezolanos residentes en Perú hicieron una protesta en su contra un día antes del inicio de la cumbre.
Opositores a Maduro estuvieron presentes en la Cumbre de las Américas con una delegación encabezada por el ex alcalde de Caracas, Antonio Ledezma.
Carlos Trujillo, nuevo embajador de Estados Unidos ante la Organización de Estados Americanos (OEA), confirmó que el gobierno de Trump financió el viaje de la delegación de opositores venezolanos.
Trujillo no descartó promover un bloqueo económico contra Venezuela, medida alentada en febrero pasado por el entonces secretario de Estado de Estados Unidos, Rex Tillerson, durante su gira por América Latina.
Esa posición fue redoblada por el vicepresidente Pence en su intervención en Lima, donde acusó al presidente Maduro de ser responsable de una crisis humanitaria en su país.
Subrayó que el presidente Trump "no se mantendrá de brazos cruzados" sobre esa situación.
Recordó que dos semanas atrás el gobierno de Estados Unidos anunció un embargo petrolero y otras sanciones económicas contra Venezuela, y que envió ayuda financiera a Colombia para la recepción de miles de inmigrantes venezolanos en ese país.
El vicepresidente estadounidense dio claras se?ales de que su país pretende alinear a la región para una acción más dura contra la nación bolivariana, aunque en la cumbre no se alcanzó un consenso sobre el tema.