Por Pau Ramírez
SAO PAULO, 14 may (Xinhua) -- La favela de Paraisópolis, situada en la zona sur de la ciudad brasile?a de Sao Paulo, será ejemplo entre miles de barrios pobres que hay en Brasil, con la creación de un banco y una moneda propios.
El Banco de Paraisópolis y su moneda "Nova Paraisópolis" deberán entrar en funcionamiento en el segundo semestre del a?o, y serán administrados por vecinos y comerciantes de la propia favela, barrio conocido por su pobreza y falta de infraestructura.
Este banco tendrá una oficina dentro de la barriada, que ofrecerá distintos servicios como cuentas bancarias, tarjeta de débito e incluso una aplicación para poder administrar la cuenta a través del teléfono móvil.
Quien tenga una cuenta en el Banco de Paraisópolis podrá obtener descuentos en varios de los 8.000 comercios que hay en la favela.
En 2010, Paraisópolis tenía poco más de 42.000 habitantes, la octava favela con más población en Brasil, aunque se calcula que en ella viven en realidad unas 100.000 personas, según los datos del último censo de ese a?o.
El Banco de Paraisópolis contempla facilitar micro créditos a los habitantes de la favela y a peque?os comerciantes, con intereses más bajos que los que ofrecen los bancos convencionales.
Proyectos similares ya existen en otras partes de Brasil, aunque este llega ahora a una gran ciudad.
"Nuestra intención es que las personas tengan una cuenta y puedan hacer retiros de dinero y peque?os préstamos", explicó a Xinhua el líder comunitario Gilson Rodrigues, presidente de la Unión de Habitantes y Comerciantes de Paraisópolis.
Según Rodrigues, el banco dará prioridad a los préstamos que sirvan para financiar el comercio local, además de ofrecer cursos para aquellas personas que quieran abrir y desarrollar sus propios negocios.
"Cuando se incentiva y prepara a los comerciantes, la tendencia es que el negocio salga bien y que devuelvan sin ningún contratiempo el dinero", comentó el entrevistado.
El líder comunitario afirmó que para poder financiar la novedosa iniciativa, la asociación de habitantes realizará una cena de donaciones con empresarios y personalidades.
El dinero recaudado se destinará a un fondo con el que se financiarán las acciones del banco, como préstamos que soliciten los vecinos.
Los fondos volverán al banco una vez que el crédito sea devuelto, para así poder financiar a otras personas.
Las tasas de interés y de funcionamiento que se cobren serán para financiar otros proyectos en la comunidad, como una orquesta de jóvenes, un grupo de danza o un restaurante 'bistro' en la azotea de una vivienda con buena vista a la ciudad de Sao Paulo.
"No queremos ganar dinero ni generar beneficios. Queremos invertir en el desarrollo de la comunidad, en el comercio y en el consumo local, generando empleos", agregó Rodrigues a Xinhua.
De acuerdo con datos de la asociación vecinal local, el 21 por ciento de los residentes de Paraisópolis trabaja en la propia favela.
Paraisópolis se hizo famosa hace unos a?os al ser escenario de una telenovela del grupo Globo, aunque ello no mejoró las precarias condiciones que sufre la mayoría de las favelas en Brasil.
Entre estas condiciones están calles estrechas en las que apenas hay ventilación, además de la falta de alcantarillado y de infraestructura de servicios, en un ambiente en el que conviven pobreza y extrema pobreza.
Cerca de 5.000 familias de la favela sobreviven gracias a un subsidio del ayuntamiento de Sao Paulo, destinado a pagar las rentas más bajas.
Para el economista Bruno Duarte, iniciativas como la de Paraisópolis ayudan a desarrollar el comercio en áreas con poca actividad financiera y presencia del Estado, como es el caso de las favelas, además de que incluyen a personas que están fuera del sistema financiero tradicional.
"Gran parte de los habitantes de las zonas rurales de Brasil o de peque?as ciudades del interior, siguen sin tener hoy un acceso a servicios, como el pago de las facturas o micro créditos", explicó Duarte.
El especialista resaltó además para Xinhua el éxito de proyectos parecidos nacidos en otras partes del país sudamericano.
"Hay bancos similares que son administrados por los propios habitantes de las favelas, lo que crea automáticamente un sistema de autogestión y control social, que ayuda a reducir las tasas de morosidad", dijo el economista.
"Las personas saben que usando estos bancos generan empleos y renta en su propia comunidad", comentó.
Duarte recordó que estos micro créditos comunitarios sirvieron al banquero Muhammad Yunus de Bangladesh para ganar el Premio Nobel de Economía en 2006, a partir del banco que creó para prestar peque?as cantidades de dinero a millones de pobres en su país.