BUENOS AIRES, 22 may (Xinhua) -- El presidente argentino, Mauricio Macri, defendió hoy la decisión de recurrir a una línea de crédito del Fondo Monetario Internacional (FMI), al se?alar que la ayuda que se reciba dará al país "una oportunidad de planificar bien" el camino hacia "el equilibrio macroeconómico".
Macri asistió la noche del martes a una cena organizada por la Cámara de Comercio de Estados Unidos (AmCham) en el país, donde realizó declaraciones sobre la situación de la economía nacional.
"Hemos entendido que no es camino fácil. Lo hemos vivido hace 15 días. Tuvimos un momento de alta tensión", dijo el presidente al referirse a la situación cambiaria, en la que el peso, moneda nacional, se devaluó un 15,19 % entre el 2 y el 16 de mayo.
Ante empresarios, el presidente dijo que su administración heredó en diciembre de 2015 "una situación que nos genera una enorme dependencia. Tenemos un Estado que gasta mucho más de lo que tiene y que nos cobra por demás, con impuestos que atacan la creación de empleo".
"Tenemos que resolver esto porque sino la dependencia de mercados, que están más volátiles que nunca, afectan a los mercados emergentes. Aquel que más dependiente es, más vulnerable es", advirtió Macri.
El Ministerio de Hacienda informó días atrás que la línea de crédito que se negocia desde el 8 de mayo con el FMI es de tipo "stand by", que implica una de las modalidades de financiamiento tradicionales en las que el organismo se involucra más con la política económica del país solicitante.
Los detalles y premisas del acuerdo no han sido revelados, pero de acuerdo con analistas locales, el monto ofrecido por el FMI a Argentina oscilaría entre los 20.000 y 30.000 millones de dólares.
"Por eso tomé la decisión hace 15 días (de ir al FMI), una decisión que ya venía madurando, porque ya se veía venir este cambio de mercados. Queremos trabajar con una institución seria como el FMI, que nos da una oportunidad de planificar bien este gradualismo que vamos a acelerar hacia el equilibrio macroeconómico", subrayó Macri.
El "gradualismo" puesto en marcha por el Gobierno argentino apunta a reducir déficit de las cuentas públicas de manera paulatina, sin un shock de ajuste, a fin de evitar el incremento del desempleo o una baja pronunciada del ingreso real de las familias.