Vizcarra asegura que Perú combatirá el narcotráfico y la corrupción

Actualizado a las 17/07/2018 - 15:39

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LIMA, 16 jul (Xinhua) -- El gobierno peruano combatirá implacablemente el narcotráfico y la corrupción que registra este país suramericano, "caiga quien caiga", advirtió hoy el presidente de este país andino, Martín Vizcarra.

"No lo vamos a permitir, estamos trabajando en todos los frentes para combatir el narcotráfico y la corrupción, cueste lo que cueste y caiga quien caiga", expresó.

El jefe de Estado, quien realizó una gira de trabajo por la provincia norte?a de Putumayo (fronteriza con Colombia), afirmó que estos dos delitos se han convertido en un verdadero flagelo que se parece al cáncer que perjudican el desarrollo de Perú.

Según Vizcarra, los recientes escándalos de corrupción que estallaron en el sistema judicial provocaron un rechazo rotundo de la población peruana lo que evidencia una "una gran reserva moral de los peruanos".

Perú ha sido escenario, desde el 8 de julio, de la difusión de audios que denuncian actos de corrupción, implicando al presidente de la Corte Superior de la provincia del Callao, Walter Ríos; y a tres magistrados del Consejo Nacional de la Magistratura (CNM), encargados de nombrar jueces.

"Estamos indignados y todos vamos a luchar contra la corrupción, contra el tráfico de influencias", subrayó el jefe de Estado peruano al ratificar la política de gobierno frente a estos flagelos.

Con respecto al combate contra el narcotráfico, Vizcarra adelantó que en un operativo conjunto entre la policía peruana y colombiana, durante los últimos días se logró desarticular a un organización criminal integrada por 51 personas.

El presidente peruano resaltó que este esfuerzo conjunto peruano-colombiano, también permitió la desactivación de cuatro laboratorios dedicadas al procesamiento de cocaína.

Actualmente, el gobierno peruano trabaja en dos frentes para combatir el narcotráfico en las zonas amazónicas y, además, afronta los actos de corrupción que conmovió recientemente este país por la magnitud del escándalo, que hasta provocó la renuncia del ministro de Justicia, Salvador Heresi.