COLOMBO, 23 abr (Xinhua) -- Sri Lanka continúa llorando sus penas tras la ola de atentados que la azotó el domingo. La consiguiente masacre fue una indicación de la necesidad de mantenerse firme en la lucha contra el terrorismo.
Al ser tan grande y sombría, la violencia acabó siendo un shock para muchos. Hasta hoy, ha dejado al menos 310 muertos y más de 500 heridos. El ministro de Defensa de Sri Lanka, Ruwan Wijewardene, dijo que la mayoría de los ataques fueron realizados por terroristas suicidas.
Los coordinados atentados afectaron iglesias y hoteles de alta gama predilectos por turistas extranjeros a plena luz del día.
Llamada "la perla del Océano índico", Sri Lanka ha creado una imagen de una nación tranquila desde que terminó su guerra civil hace una década. Los atentados del domingo, sin embargo, destruyeron esa representación. Los sangrientos restos en la escena muestran la "perla" marcada por el terror.
La lucha contra el terror no conoce fronteras nacionales. Nadie está a salvo de la amenaza. Solo la comunidad global unida puede eliminar la amenaza del terrorismo. Los países con diversas tendencias políticas y sociales deben fomentar la confianza, promover la cooperación en materia de seguridad y mejorar la coordinación contra el terrorismo.
Vale la pena se?alar que detrás de la epidemia de terror hubo causas políticas, sociales y culturales. Para erradicar los ataques, la cooperación internacional debe ser profunda también. La historia prueba que el hegemonismo alimenta el terrorismo. Sólo con el multilateralismo y la colaboración se puede erradicar el extremismo.
La lucha contra el terrorismo será larga. Requiere un tratamiento de los síntomas, así como de las causas de raíz. Para aquellas personas que aborrecen la violencia, es hora de unirnos y enfrentarla.