Por Sylvia B. Zárate y César Mari?o
BOGOTá, 10 may (Xinhua) -- Muy cerca de Barranquilla, la ciudad capital más importante del Caribe colombiano, donde el río Magdalena concluye un recorrido de más de 1500 kilómetros por todo el país andino, está Bocas de Ceniza, el lugar donde una comunidad de pescadores utiliza una llamativa forma de atrapar los peces para su sustento diario.
Algunos historiadores ubican el origen de esta práctica a la antigua China, país donde nació el artilugio volador más popular de la historia.
La práctica llegó a mediados del siglo XX a estos parajes bautizados "Bocas de Ceniza" por el color grisáceo que resulta de la unión del agua del río con la del mar.
Por lo menos 40 pescadores componen esta comunidad que, con medios de autogestión, y utilizando los vestigios de una antigua vía férrea, llevan turistas para complementar el sustento familiar.
En entrevista con Xinhua, Wilfrido De Avila Barrios, uno de los pescadores que reside en una peque?a casa ubicada en el pueblo, habló de la vida que llevan los hombres que deciden hacer de este lugar su residencia.
"Aquí lo más lindo que hay es el aire puro, uno aquí se desestresa, no piensa nada malo, vive uno feliz aquí, si uno quiere pasa todo el día pescando (...) La pesca a diario no se puede, a veces uno puede pescar 10, 15 kilos, o 20, 30, 40, a veces se viene uno con las manos vacías pero gracias a Dios la pesca siempre da para uno mantenerse", dijo.
El particular método de la cometa garantiza una mayor cantidad de peces atrapados cada jornada y los fuertes vientos que están presentes en todas las temporadas del a?o son los mejores aliados para que los pescadores pocas veces terminen con las manos vacías.
Amarrando varias carnadas al cordel que sujeta la cometa, los pescadores evitan lanzar el anzuelo una vez tras otra y logran alcanzar mayores distancias hacia adentro del océano.
"La función de la cometa es llevarse el nylon, uno coge la cometa y le pone todo el cordel, cuando llega al final se le amarra un frasco plástico con agua que sirve como balanza, de la balanza para acá vienen unos tramos, que llamamos brazadas", explicó el pescador.
"El frasco nunca se va a hundir, siempre va a estar a ras de agua. En las diez brazadas se pone un peso de 4 libras, de cuatro onzas, de dos onzas, según la fuerza de la cometa y uno busca el pescado por debajo y si el pescado está a 100 metros o 200 metros uno lleva para allá la cometa y ella se lleva los anzuelos hasta dónde está el pescado", agregó.
Aunque el lugar adolece de servicios públicos y como en la mayoría de paisajes marinos la contaminación, provocada por los desechos plásticos, también hace presencia, los pescadores de Bocas de Ceniza continúan con un legado de más de siete décadas en el caribe colombiano.
Muchos de ellos, como Gilberto Ramírez, alternan este oficio con trabajos que desempe?an en la urbe, otros simplemente lo practican como un deporte al que acuden como divertimento y ejercicio físico.
"Es divertido, además es otra forma de sustento que tiene uno aparte del trabajo de la ciudad. La pesca es divertida, uno también lo hace como profesión, me gusta mucho esto (...) La cometa se diferencia de la ca?a porque a veces es pescado no está cerca de la orilla entonces lo va a buscar más al fondo. Otras veces el pescado no está comiendo por encima, entonces eso influye mucho porque uno busca la forma como esté comiendo, puede ser en la superficie o más abajo, es un buen método", dijo Ramírez a Xinhua.
Allí, además de contemplar el singular encuentro de la principal arteria fluvial colombiana con el océano Atlántico, los visitantes pueden apreciar esta práctica que es sustento y es deporte dentro de sus practicantes.
Bocas de Ceniza hace parte del circuito turístico de la ciudad de Barranquilla, ciudad a la acuden miles de turistas cada a?o y que se ha consolidado como una de las ciudades más importantes dentro del mar Caribe por tener uno de los puertos marítimos mejor dotados en esta región.
El río Magdalena se ha convertido en los últimos a?os en foco de interés turístico en Colombia y los planes de revitalización abordan el bienestar de las comunidades que conviven con él.