STAHLSTOWN, Estados Unidos, 27 may (Xinhua) -- La reciente medida del Gobierno estadounidense de poner en la lista negra a Huawei ha obligado a los socios comerciales en EEUU del gigante chino de las telecomunicaciones a prepararse para la creciente incertidumbre.
Entre ellos, se encuentra LHTC Broadband, una compa?ía de telecomunicaciones enfocada en el área rural del estado estadounidense de Pensilvania. Ofrece servicios de telefonía, televisión e internet a 7.000 ubicaciones rurales, de las cuales 1.600 se sirven de equipos de Huawei.
Lo que ha dejado perplejo al director ejecutivo de LHTC, James Kail, es que nunca ha visto un problema de seguridad en los equipos de Huawei, ni en los últimos meses, en los que Washington ha espoleado estas acusaciones, ni en los cinco a?os de asociación con la compa?ía china.
El presidente estadounidense, Donald Trump, declaró el 15 de mayo una emergencia nacional por lo que llamó amenazas a las tecnologías de su país. El mismo día, el Departamento de Comercio puso a Huawei y sus filiales en una lista negra, lo que significa que la venta y transferencia de tecnología estadounidense a la firma china debe ser aprobada por el Gobierno federal.
"No hemos tenido ningún problema con los equipos en sí, y además de eso, el precio fue muy competitivo", dijo a Xinhua Kail, quien recordó que fue una decisión comercial prudente para LHTC elegir a Huawei como proveedor hace cinco a?os.
A finales de 2018, el 90 por ciento del proyecto de despliegue de fibra de LHTC con soluciones de Huawei se ha completado, y se espera que el 10 por ciento restante esté terminado en 2020.
"Han pasado cinco a?os y todavía no hemos visto ninguna prueba (de amenaza contra la seguridad)", afirmó Kail.
La prohibición podría suponer un duro golpe para LHTC, que tiene solo 65 empleados. Quitar todo el equipo de Huawei, dijo Kail, "obviamente será un escollo importante para una peque?a empresa como nosotros".
Según las estimaciones del ejecutivo, si se centra solo en eso, a su compa?ía le llevará sobre un a?o sustituir todo el equipo de Huawei. El coste será de entre 400.000 y 500.000 dólares, calculó.
Además de ese monto, Kail está también preocupado por una posible suspensión repentina del apoyo técnico de Huawei una vez que la restricción surta efecto.
El Departamento de Comercio otorgó la semana pasada un plazo de 90 días para que las empresas de telefonía móvil y proveedores de banda ancha estadounidenses vinculados con Huawei se organicen con otras alternativas.
"Si no somos capaces de contar con apoyo técnico para las actualizaciones porque se ha cortado el acceso a Huawei, eso sería otro problema", dijo Kail, a?adiendo que LHTC está supervisando de cerca la situación debido a su inversión en Huawei y "el potencial impacto significativo en nuestra empresa".
Kail dijo que LHTC es una de las primeras peque?as empresas de telecomunicaciones en zonas rurales de Estados Unidos en asociarse con Huawei, en parte porque los principales operadores de telecomunicaciones del país norteamericano no se molestan en servir a los residentes en estas zonas poco pobladas.
"Nunca han querido servir a estas zonas de baja densidad" de población, explica Kail. "Y si les dan servicio no es muy bueno, porque tienen un modelo de negocio distinto".
Según Kail, las grandes empresas no son parte del Fondo de Servicio Universal de la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC, siglas en inglés), que subvenciona a los peque?os operadores rurales para que sean financieramente capaces de proporcionar servicios de telefonía y banda ancha móvil a las zonas rurales estadounidenses.
"Las grandes compa?ías no tienen este modelo, así que se centran en hacer negocios en la ciudad", dijo Kail. Las grandes empresas como Verizon deciden generalmente dedicarse al negocio de las redes inalámbricas, que no son viables en las zonas con baja densidad de población, agregó.
Por el contrario, Huawei ha priorizado en EEUU el mercado rural. Andy Purdy, jefe de seguridad de Huawei Technologies USA, dijo a la prensa estadounidense en una entrevista a principios de mayo que Huawei tiene como clientes a alrededor de 40 empresas en zonas rurales de Estados Unidos.
Según Purdy, Huawei cuenta con 1.500 empleados en Estados Unidos, una fuerte presencia en investigación y desarrollo en el país, y adquirió 11.000 millones de dólares en componentes de empresas estadounidenses en 2018.
Huawei y ZTE, otro proveedor chino de equipos de redes inalámbricas, sirven ahora a alrededor de una cuarta parte de las 55 empresas miembros de la asociación de redes inalámbricas rurales, Rural Wireless Association (RWA), de EEUU, que en diciembre de 2018 instó a la FCC a no impedir a Huawei y ZTE el acceso al mercado estadounidense.
"Creemos que nuestras tecnologías son esenciales para agricultores, escuelas, ciudadanos y empresas en zonas rurales de Estados Unidos, y esperamos poder mantener este servicio", dijo Purdy.
Según las estimaciones de RWA, el coste total de sustituir el equipamiento de Huawei y ZTE para los peque?os proveedores de redes inalámbricas ascendería a entre 800 y 1.000 millones de dólares. Los analistas afirman que este ajuste a gran escala de la cadena de suministro obligará a algunas peque?as empresas a declararse en bancarrota.