La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, dijo hoy que el atentado terrorista ocurrido el pasado 8 de septiembre en un centro comercial del Metro de la capital, no es un intento por "desestabilizar" un gobierno sino la democracia.
"Frente a temas de esta naturaleza, la unidad del país siempre es muy importante, porque lo que buscan algunos grupos con este tipo de actos es desestabilizar al sistema democrático", afirmó en el Palacio de La Moneda (sede presidencial) en la ciudad de Santiago.
La gobernante se reunió este día con los representantes de todos los partidos políticos con esca?os en el Congreso Nacional de Chile, con la finalidad de abordar la crisis desatada tras el estallido con bomba en el centro comercial de la Estación del Metro "Escuela Militar".
"Todos entendemos que lo que ha venido sucediendo hace un tiempo atrás, pero que además tuvo una connotación particular el lunes (8 de septiembre), es un tema que a todos nos importa, es un tema de Estado", recalcó la mandataria.
"Así entiendo la presencia de todos ustedes acá para que podamos intercambiar opiniones. Comentarles nosotros todas las medidas que estamos tomando y cuáles son algunos de estos pasos que queremos tomar", dijo.
Bachelet agregó que el encuentro con los legisladores también fue para darles a conocer los cambios en las leyes "que creemos tenemos que hacer, para contar con mayores capacidades y recursos, y responder a actos de tipo terrorista".
Su gobierno ha insistido a las policías en presentar los resultados sobre las investigaciones por el estallido lo antes posible.
Tras el atentado, Bachelet también anunció la necesidad de revisar la Ley Antiterrorista, así como modificar el funcionamiento de la Agencia Nacional de Inteligencia (ANI).
Aunque hasta el momento ningún grupo se ha atribuido la autoría del ataque, el primero de su tipo en la historia del país sudamericano, sí ha generado "desazón" y ha reabierto el debate nacional.
El atentado que dejó nueves personas heridas, ocurió a sólo unos días de conmemorarse un nuevo aniversario del golpe militar del 11 de septiembre de 1973, que significó la llegada al poder del régimen del general Augusto Pinochet (1973-1990).
En julio pasado, se registró otra explosión con bomba que afectó un vagón vacío del tren subterráneo sin dejar lesionados, lo que motivó una querella por atentado terrorista contra los posibles responsables.
El mes pasado, las cancillerías de Estados Unidos, Australia, Reino Unido, Bélgica y Canadá emitieron advertencias para sus ciudadanos respecto a la seguridad en la capital chilena.
Desde el 2005, grupos autodenominados "anarquistas" han reivindicado cerca de 200 estallidos con bombas, los cuales han afectado sobrte todo instalaciones financieras y cuarteles policiales, sin causar muertos o heridos.