El gobierno del presidente interino de Brasil, Michel Temer, anunció este martes un paquete de medidas para reducir gastos públicos y favorecer la recuperación económica.
Entre las medidas anunciadas se destaca el proyecto de enmienda constitucional, cuya finalidad es limitar el crecimiento del gasto público a un ritmo equivalente al de la inflación del a?o anterior.
Según los datos presentados por el presidente interino, entre 1997 y 2015, el gasto público primario aumentó del 14 para 19 por ciento del PIB, un aumento mayor que la inflación.
"Los gastos del sector público están trayectoria insostenible. Condenamos en el futuro a nuestra gente a una extraordinaria dificultad", subrayó Temer.
La limitación en los gastos públicos incluiría los destinados a educación y salud, lo que contraría el mandato constitucional, por lo que será necesaria otra enmienda.
"Habrá vinculación de los gastos de salud y educación a ese techo. Para que la propuesta en su conjunto sea consistente, no hay duda de que hay otras medidas administrativas y legislativas necesarias", apuntó por su parte el ministro brasile?o de Hacienda, Henrique Meirelles.
Temer pidió también al Congreso acelerar la aprobación de la nueva meta fiscal y propuso cambios en la ley que regula la explotación en la reserva petrolera submarina del presal, con la finalidad de que se permita a empresas privadas tener una participación sin necesidad de que la estatal Petrobras esté obligada a ser la operadora.
Las medidas "permitirán al país reducir el riesgo, dar más confianza y permitir la reducción estructural en las tasas de interés", dijo el mandatario interino.
Para ser aprobadas por el Congreso, las enmiendas constitucionales exigen el apoyo de tres quintas partes de los votos parlamentarios, un gran desafío para el gobierno provisional de Temer, que asumió el poder el pasado 12 de mayo.
El apoyo de los legisladores puede verse reducido por el impacto de los cortes en los fondos disponibles para políticas sociales, que deben ser dramáticos.
La intención del gobierno es detener la trayectoria de crecimiento de la deuda pública, el cual se ubica en torno a 67 por ciento del producto interno bruto (PIB).
Temer anunció también que podrán ser utilizados los recursos del Fondo Soberano, creado en el gobierno del ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010) a partir de las regalía petroleras, para cubrir deuda pública.
En la práctica, eso significará el fin del Fondo Soberano, que originalmente estaba destinado a asegurar un gradual aumento del presupuesto educativo.
El gobierno quiere recibir de vuelta el 20 por ciento de los recursos inyectados por el Tesoro inyectados por el Tesoro al Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES), el principal banco de fomento del país, equivalente a 100.000 millones de reales (28.000 millones de dólares).
Del total de esa cifra, el gobierno quiere recuperar de manera inmediata 40.000 millones de reales (11.200 millones de dólares).
Temer también dijo que espera ahorrar 2.000 millones de reales anuales (560 millones de dólares) al prohibir el aumento de subsidios, a menos que los ministerios corten otros gastos para compensar el gasto extra.
El gobierno provisional propuso un techo para el déficit público primario (sin contar pago de intereses de deuda) este a?o de 170.500 millones de reales (47.900 millones de dólares) que, en caso de confirmarse, será el peor resultado de la serie histórica.
El déficit propuesto supera ampliamente el definido por el gobierno de la presidenta suspendida Dilma Rousseff, el cual alcanzaba a 96.600 millones de reales (27.100 millones de dólares).