Por Zhu Yubo
BEIJING, 2 nov (Xinhua) -- La posibilidad de una coexistencia armónica entre la naturaleza y los seres humanos es el mensaje que el pintor ecuatoriano Nicolás Herrera quiere plasmar con los árboles deforestados que exhibió en una exposición reciente en Beijing, donde llegó a dar su mensaje de que aún estamos a tiempo para detener la explotación abusiva del medio ambiente.
El artista sudamericano exhibe en estos momentos sus obras en una exposición individual en el Museo Arthur M. Sackler de Arte y Arqueología en la Universidad de Pekín, en la que no solo puede observarse la desesperanza de los árboles caídos, también la vida que se abre paso por doquier.
"La Amazonía es el 'pulmón de la Tierra' que produce el mayor suministro de oxígeno en el mundo, pero ahora está enfrentando la amenaza de la deforestación. Estamos en un tiempo de explotación abusiva de la naturaleza", dijo Herrera en entrevista con Xinhua.
Sin embargo, el artista no solo plasma desesperanza en su obra; unas nuevas hojas llenas de vitalidad que acaban de nacer en la mitad de los bosques muertos simbolizan la esperanza que todavía existe en nuestro mundo.
"Tenemos que aprender la manera de coexistir con la naturaleza, una manera llena de armonía, amor y paz. Pienso que el arte es el mensajero de tal amor y de la paz", se?aló.
Para asegurarse de que su primera exposición en China fuera un completo éxito, Herrera llegó a Beijing con el pincel y los demás implementos necesarios en su mochila para trabajar sin descanso durante un mes y finalizó 12 pinturas de gran tama?o.
"Espero que cuando miren mis obras puedan reflexionar y descubrir la gran importancia de la naturaleza para la vida", explicó.
Es en ese contexto, prefiere animar a los espectadores a visitar los montes y selvas en persona para que se conmuevan con el encanto y belleza de la naturaleza.
Tiene su propio museo gratuito en la ciudad de Ibarra (norte de Ecuador), en el que la mayoría de las obras expuestas tratan del tema del medio ambiente. La finalidad es que "la gente se nutra de arte y de alguna manera también eduquen el espíritu", destacó el pintor.
"Está ubicado en un lugar abrazado por sierras nevadas, bosques y lagos, y cada ventana es una pintura. Comparto todo de mí con todo el pueblo y con todo el mundo para que reflexionemos, respetemos y cuidemos el medio ambiente", agregó.
En la obra denominada "El Grito", los árboles deforestados, de cara al gran machete rígido, hacen un grito silencioso contra la tala ilegal y la codicia de los seres humanos.
"La piel de los árboles está pintada en color metálico y así produce un gran impacto visual. Siendo una metáfora de la influencia de la industrialización y las actividades humanas sobre el medio ambiente, estas obras me hacen pensar", comentó Huang Xianhan, una visitante china a la exposición.
No fue una tarea fácil, pero el comisario del evento, Miguel Benavides, lo acompa?ó durante buena parte de sus largas horas de trabajo y tenía plena confianza en que terminaría a tiempo para exhibir su trabajo en la exposición de Beijing.
"En mi vida nunca he visto a un pintor como él. Invierte de vez en cuando el lienzo mucho más alto que nosotros solo para dibujar una línea suave", se?aló en entrevista con Xinhua.
Sin embargo, para Benavides lo más impresionante de este artista es que da un paso más allá de las técnicas pictóricas.
"Las obras que pueden ser recordadas para la posteridad son las que lidian con los problemas de nuestra época. Te hacen reír, temblar y al final generar nuevas reflexiones sobre el mundo", expresó.
De ahí que la situación en la selva amazónica, donde miles de hectáreas de árboles nativos se cortan anualmente para fabricar muebles y crear nuevas tierras de cultivo, sea un tema de especial importancia en nuestros días, dado que la deforestación ha ocasionado da?os irreversibles, apuntó Benavides.
Por su parte, la presidenta de la Fundación Dame Jillian y Dr. Arthur M. Sackler para artes, ciencias y humanidades, Dame Jillian Sackler, indicó que la "deforestación ha sido el reto común de nuestra época y una amenaza para el ecosistema de la Tierra".
Al considerar esta exhibición como una fuente de las reflexiones sobre las consecuencias negativas de la deforestación, Sackler espera "que podamos encontrar una posible solución para el dilema entre el desarrollo social y el medio ambiente".