Por Zhu Yubo y Zhu Wanjun
BEIJING, 6 feb (Xinhua) -- La retórica injerencista y ofensiva del secretario de Estado norteamericano, Rex Tillerson, en contra Venezuela sobre las posibles sanciones petroleras e incluso la amenaza de un golpe militar han provocado un categórico repudio a lo largo de Latinoamérica y el Caribe.
Durante su gira por Latinoamérica y el Caribe, que le lleva a México, Argentina, Perú, Colombia y Jamaica, Tillerson ha manifestado repetidas veces la postura de Estados Unidos en favor de un cambio de gobierno en Venezuela, a cargo del presidente Nicolás Maduro.
En un discurso en la Universidad de Texas, en Austin, Tillerson insinuó la posibilidad de un golpe militar en contra del gobierno venezolano, recordando que "en la historia de Venezuela y los países de América del Sur, muchas veces los militares son agentes de cambio".
Más tarde, el titular de la diplomacia estadounidense reveló en Argentina que su país está estudiando implementar sanciones petroleras a Venezuela, mientras reiteró en Perú "posibles acciones" contra el país suramericano.
Las declaraciones de Tillerson recibieron duras críticas tanto Venzuela como en otros países latinoamericanos. La Cancillería venezolana acusó a Estados Unidos de "incitar" un "golpe militar" en el país para que se dé un "cambio violento" de Gobierno.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, declaró que Tillerson "fracasó en su gira por América Latina" y "quedó aislado" por tener, a su juicio, "ideas extremistas", mientras que su país está preparado ante la "amenaza" de un "embargo petrolero".
El canciller brasile?o, Aloysio Nunes, criticó la insinuación de Tillerson sobre un posible golpe contra gobierno venezolano y recalcó que solo puede haber un cambio "mediante el pueblo venezolano".
En una entrevista para la emisora local Bandeirantes, Nunes preguntó: "?Tillerson qué está proponiendo? ?Un golpe de Estado? Eso no tiene sentido".
A su vez, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba alertó en una declaración sobre "la gravedad del mensaje de arrogancia y desprecio" de Tillerson en su gira por la región.
"Resulta indignante e inaceptable que el secretario de Estado de los Estados Unidos llame abiertamente a un golpe militar en Venezuela, alentando la inestabilidad, el derrocamiento de gobiernos democráticamente electos y la violencia", advirtió la nota.
Además, el presidente de Bolivia, Evo Morales, y el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, criticaron los pronunciamientos de Tillerson, los tildaron de injerencistas por el tono amenazante hacia el gobierno de Maduro y hablaron en contra de las sanciones económicas impuestas por Estados Unidos a Venezuela.
A ojos del investigador asociado del Instituto de Estudios Latinoamericanos de la Academia China de Ciencias Sociales, Wang Peng, las aseveraciones de Tillerson demostraron la persistencia del hegemonismo en las políticas exteriores estadounidenses y el retorno de la administración de Trump a la Doctrina Monroe.
"La insinuación de Tillerson sobre la intervención del Ejército venezolano en los asuntos políticos del país representa la burda interferencia estadounidense en los asuntos internos de Venezuela. Eso recordó a la gente las acciones injerencistas del Tío Sam bajo la Doctrina Monroe", destacó Wang.
El académico advirtió que el retorno de Estados Unidos a la Doctrina Monroe está en contra de los intereses de los países latinoamericanos y caribe?os, y significaría un nuevo yugo sobre la región.
Para el analista político peruano Hildebrando Pérez Grande, Venezuela es el blanco del discurso utilizado por el secretario de Estado en una injerencia directa en un país independiente.
"Como hace 50 a?os, el pretexto fue el bloqueo a Cuba, ahora es Venezuela, en vista de que próximamente se llevarán a cabo elecciones", subrayó el también catedrático Emérito de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.
Según Hugo Calello, doctor en Filosofía y profesor de la Universidad de Buenos Aires (UBA), el interés de Tillerson de consensuar junto a gobiernos de América Latina modos de incrementar la presión contra Venezuela, refleja el ascenso de una retórica mucho más "agresiva y violenta" contra ese país.
Anotó que con este tipo de acciones la administración del presidente estadounidense, Donald Trump, "pone en el tapete la verdadera caracterología del poder de los Estados Unidos tanto interna como externa", que es, a su juicio, "un nacionalismo vernáculo con rasgos autoritarios y violentos".
El analista argentino Leandro Morgenfeld explicó que la visita de Tillerson tiene como objetivo final "imponer su voluntad en Venezuela, sin respetar el principio de autodeterminación".
"La excusa es la defensa de la democracia, pero el objetivo es atacar a gobiernos no alineados con Washington, atacar a quienes pretenden construir una integración regional autónoma o un vínculo exterior más diversificado, que incluya otros países fuera de Occidente", apuntó el experto e historiador argentino.