RIO DE JANEIRO, 15 ene (Xinhua) -- La visita que este miércoles realizará el presidente argentino, Mauricio Macri, a Brasil debe servir para que los dos mayores países del Mercosur fortalezcan su relación bilateral y su presencia en el bloque, a pesar de las críticas que el nuevo gobierno brasile?o ha realizado en los últimos meses, explicaron a Xinhua economistas brasile?os.
El ministro de Economía de Brasil, Paulo Guedes, aseguró que ni Argentina ni el Mercosur "son prioridad" para el nuevo gobierno brasile?o, y que su objetivo será comerciar con todo el mundo.
Además, a?adió que el Mercosur, creado en 1991 y formado por Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay es "muy restrictivo y dejó a Brasil prisionero de alianzas ideológicas, algo que es malo para la economía".
Para el especialista del Centro Brasile?o de Relaciones Internacionales Pedro Mota, "aunque el bloque ha perdido importancia a lo largo de los últimos a?os y necesita ser modernizado, desmontarlo podría generar un impacto perjudicial para la economía brasile?a, principalmente el sector automotor",
Recordó que "el Mercosur es una unión aduanera, es decir, una zona de libre comercio, con la eliminación o disminución de tarifas aduaneras de los productos comercializados y que adoptó una tarifa externa común, que tasa con más impuestos todo lo que viene de fuera del bloque".
"Es decir, encarece los productos de fuera del bloque e incentiva a sus países a comprarse los productos entre ellos, por lo que acaban siendo más baratos. Salir del Mercosur no sería un buen negocio", comentó Mota.
El Mercosur es además el destino del 25 por ciento de las exportaciones brasile?as y el país sudamericano registró en 2017 un saldo comercial positivo en 10.700 millones de dólares.
"Como área de libre comercio que consiguió eliminar barreras aduaneras y aumentar el flujo comercial entre los países miembros, el Mercosur fue muy positivo", resaltó Mota.
Para el economista del instituto Ibmec de Río de Janeiro Renato Galeno, "Bolsonaro y Macri tienen ante sí la oportunidad de reactivar el bloque.
"El Mercosur se ha acomodado en los últimos a?os, como si los países miembro ya estuvieran satisfechos con los negocios entre sí. No hay incentivos para que la industria gane competitividad ni para buscar acuerdos con otros mercados", explicó.
Según él, "se necesitan hacer reformas, pero antes, es necesario saber cómo se harán. Los países miembros deben dejar de ser un club proteccionista y actuar y negociar con el resto del mundo".
"Desde que se creó, solamente ha firmado tres acuerdos multilaterales: con Palestina, Egipto e Israel. Es muy poco y es algo que ahora con la nueva administración de Brasil, puede y debe cambiar", sostuvo.
Por su parte, el economista Otávio Amorim no considera "que Guedes ni Bolsonaro quieran desmontar el Mercosur, pero sí que buscan nuevos acuerdos con otros países. Se necesita más apertura, pero que las reglas sean respetadas. La apertura del Mercosur será buena para todos porque o se le da vida, o se entierra".
Amorim recordó que además del comercio, en 2009 se implantaron medidas para facilitar la libre circulación de personas dentro del grupo, lo que permite que los ciudadanos de los países miembro viajen a las otras naciones del bloque sin necesidad de pasaporte.
Además, recordó el especialista, Mercosur también facilitó que los ciudadanos de los países miembro puedan trabajar en los mercados laborales del grupo reduciendo la burocracia.
"Y no olvidemos los convenios educativos, que permiten que alumnos brasile?os puedan estudiar en Argentina, o acuerdos de jubilaciones, que contabilizan el tiempo de trabajo fuera del país de origen del ciudadano para su pensión", sostuvo Amorim.
Concluyó que "sin duda" es necesario "renegociar los términos del Mercosur como hizo Trump con el Nafta (Tratado de Libre Comercio de América del Norte), pero una ruptura unilateral no tiene ningún sentido y sería perjudicial".