París, 11/04/2019(El Pueblo en Línea) - En una tierra totalmente aislada por las aguas del mar vivían unos enigmáticos humanos con dientes similares a los nuestros, pero manos y pies propios de los primitivos australopitecos, una combinación jamás vista. Cómo eran realmente, cómo llegaron a la isla y de dónde vinieron es por ahora un completo misterio, según La Vanguardia.
Bautizados como Homo luzonensis, constituyen una nueva especie humana y representan una nueva pieza de difícil encaje en el puzle de la evolución por sus extra?as características. Los ha descubierto una investigación internacional liderada desde el Museo Nacional de Historia Natural de Francia en París y la Universidad de Filipinas en Ciudad Quezón que publica hoy sus resultados en la revista Nature.
“Este hallazgo es una nueva prueba significativa para mejorar nuestro conocimiento de la evolución humana, especialmente en Asia, donde fue claramente mucho más compleja, y mucho más interesante, de lo que pensábamos anteriormente”, declara por correo electrónico Florent Détroit, investigador del Museo Nacional de Historia Natural de Francia que ha codirigido el trabajo.
Por lo que se sabe hasta ahora, sólo dos especies humanas se aventuraron fuera de áfrica hasta llegar al Sudeste Asiático: los Homo erectus, hace entre 1,5 millones y 2 millones de a?os, y los Homo sapiens, nuestra propia especie, que hace 50.000 a?os ya había llegado hasta Australia.
Sin embargo, en las últimas décadas han emergido pruebas de que la historia de la humanidad en la región fue más complicada que la de dos únicas migraciones, de H. erectus, y más tarde de H. sapiens. En 2004, en la isla de Flores, en Indonesia, se descubrió otra extra?a especie humana, el Homo floresiensis. Comparado con los hobbits de J.R.R. Tolkien por su baja estatura, de poco más de un metro, se estima que sus restos más modernos datan de hace más de 60.000 a?os y que sus ancestros pudieron llegar a la isla de Flores decenas de miles de a?os antes.