RIO DE JANEIRO, 19 sep (Xinhua) -- La nueva fiscal general de Brasil, Raquel Dodge, anunció hoy a los ocho colaboradores de la operación "Lava Jato" (Lavadero) de la Fiscalía que investiga la red de corrupción en Petrobras, de los cuales sólo dos trabajaron con su antecesor, Rodrigo Janot.
Los fiscales trabajarán tiempo completo en la investigación, podrán tomar declaración, participar de audiencias, solicitar documentos que ayuden en la investigación y participar en la firma de acuerdos de delación premiada.
Las funciones son similares a las que los fiscales desempe?aban en la gestión anterior.
El grupo de trabajo de la "Lava Jato" estará compuesto por los fiscales Herbert Reis Mesquita, José Alfredo de Paula Silva (coordinador), José Ricardo Teixeira Alves, Luana Vargas Macedo, Marcelo Ribeiro de Oliveira, Raquel Branquinho, Maria Clara Barros Noleto y Pedro Jorge do Nascimento Costa.
Los dos últimos, Noleto y Costa, habían sido nombrados por Janot.
Durante su campa?a para ocupar la Fiscalía General, en julio, y en la primera reunión de transición con Janot, en agosto, Dodge invitó a los antiguos miembros a permanecer en el grupo de la Lava Jato.
La mayoría no manifestó interés, sin embargo, otras dos personas que mostraron deseos de continuar trabajando con Dodge fueron despedidos el pasado fin de semana, en un episodio que generó críticas de los aliados de Janot y dejó en evidencia la fractura dentro de la Fiscalía General.
Dodge, de 56 a?os y con fama de rigurosa, aseguró el lunes durante la toma de posesión del cargo que Brasil vive un momento de "depuración" de un sistema político acorralado por escándalos y se dijo "consciente de la enorme tarea" que tiene por delante.
La nueva fiscal sustituye en el cargo a Janot, quien durante el mandato que comenzó en 2013 puso en marcha la operación "Lava Jato", que ventiló la red de corrupción enquistada en la estatal Petrobras, que ha llevado a prisión a decenas de políticos y grandes empresarios.
En sus últimas dos semanas en el cargo, Janot presentó nuevos cargos contra los ex presidentes de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva y Dilma Rousseff, y también contra el presidente Temer, a quien anteriormente acusó de corrupción pasiva.