BEIJING, 17 may (Xinhua) -- Los provocadores de extrema derecha en Washington han encontrado un hervidero de fricciones comerciales con China en su intento por detener a un país en desarrollo.
El ex estratega jefe de la Casa Blanca Stephen Bannon escribió un artículo de opinión para el Washington Post, alegando que Estados Unidos y China están en una guerra comercial económica sin espacios para comprometerse.
En su habitual tono incendiario, Bannon calificó a China como la mayor amenaza económica y de seguridad nacional que Estados Unidos ha enfrentado, haciéndose eco de las opiniones anteriores de que el país asiático está tratando de debilitar y, finalmente, derrotar a EEUU, como si ambos estuvieran en un duelo.
The Washington Post tuvo que enfrentar la reacción de los lectores después de publicar el artículo, y muchos cuestionaron por qué se le dio una plataforma al activista de extrema derecha.
Ese tipo de retórica de suma cero es alarmante y llegó al interior de la Casa Blanca en la forma de aranceles punitivos a los productos chinos y medidas que restringen a la empresa china de telecomunicaciones Huawei de hacer negocios en Estados Unidos.
Bannon y otros nacionalistas de extrema derecha en Washington creen que una China en ascenso significa un Estados Unidos más débil. De lo que no se dan cuenta es que la competencia es clave para la relación duradera y sigue siendo beneficioso para ambas partes.
La competencia no puede evitarse. Tanto Estados Unidos como China deberían optar por la competencia en ciertos campos, lo que inevitablemente llevará a la cooperación, según Zheng Yongnian, director del Instituto de Asia Oriental de la Universidad Nacional de Singapur.
Si la historia sirve de guía, una guerra comercial no sirve a los intereses de ninguna de las partes, ya que no generará un ganador. Un estudio publicado por economistas de EEUU muestra que las tarifas adicionales costaron a los consumidores e importadores de Estados Unidos 4.400 millones de dólares cada mes durante el a?o pasado.
Las guerras comerciales da?an no solo a EEUU y China, sino también al mundo en general, en momentos en que los países se han interrelacionado cada vez más, o en palabras de China, una comunidad de futuro compartido para la humanidad, dijo Zheng.
A menudo se han hecho declaraciones irracionales sobre las relaciones entre China y Estados Unidos durante las últimas cuatro décadas. Al final, la racionalidad triunfó.
Es innegable que la relación entre China y Estados Unidos es de naturaleza compleja, pero como ha demostrado la historia, las dos economías más grandes del mundo se beneficiarán de la cooperación.
Al concebir una relación compleja entre Estados Unidos y China caracterizada por el compromiso, la competencia, la rivalidad y la cooperación, el veterano diplomático estadounidense Charles W. Freeman Jr. dijo que ambos países deberían mostrar la madurez necesaria para lidiar con esa complejidad. Solo así podrá florecer la relación.