BEIJING, 24 may (Xinhua) -- Estados Unidos ha invocado con frecuencia la teoría de "comercio justo" para presionar a sus socios comerciales, entre ellos China, para lograr concesiones, y es la más enga?osa.
En una palabra, la versión estadounidense de "comercio justo" es una capa de pintura fina y frágil para blanquear la obstinada búsqueda de su política de "America first".
El núcleo del "comercio justo" estadounidense es la llamada apertura recíproca, lo que demanda que todos los países apliquen idénticos niveles de aranceles y ofrezcan idénticos accesos al mercado al que proporciona Estados Unidos.
La idea, en el mejor de los casos, es simplista, y en el peor, peligrosamente egoísta y cortoplacista.
Este enfoque hacia el comercio ignora las diferentes dotaciones de recursos, competitividad y etapas de desarrollo de los países, y distorsiona el principio de beneficio mutuo abogado por la Organización Mundial del Comercio (OMC).
Es injusto demandar la igualdad absoluta de aranceles entre Estados Unidos y China, que permanece como un país en desarrollo debido a que su enorme población diluye su masivo volumen económico. El PIB per cápita de China es apenas una séptima parte del de Estados Unidos en 2017, según los datos del Banco Mundial.
El tratamiento diferencial y más favorable para los países en desarrollo concuerda con los intereses a largo plazo de todos. El pregonado "comercio justo" de Estados Unidos solo privará a las economías en desarrollo de la protección apropiada y de un sano crecimiento económico, lo que derivará en una mayor desigualdad y estancamiento, y eventualmente impedirá que los negocios estadounidenses expandan su mercado internacional.
Estados Unidos no está cumpliendo su propio estándar de apertura "recíproca". Sus aranceles exceden por mucho los impuestos por China como por ejemplo sobre bienes como manís sin pelar, producto sobre el cual el arancel chino es del 15 por ciento, comparado con el 163,8 por ciento de Estados Unidos.
En su núcleo, "comercio justo" es una excusa de Estados Unidos para cubrir los problemas reales detrás de su enorme déficit comercial y pasar la patata caliente a sus socios comerciales.
El desequilibrio en el comercio Estados Unidos - China es un resultado natural de varios factores, entre los que se incluyen una malsana baja tasa de ahorros en Estados Unidos, numerosas prohibiciones sobre exportaciones de productos de alta tecnología a China y el papel del dólar como gran moneda global.
En vez de adoptar las dolorosas pero necesarias reformas para equilibrar su economía, Estados Unidos está virando hacia la intimidación comercial, lo cual no tiene nada que ver con justo.
En vez de comercio justo, Estados Unidos quiere que el comercio se incline hacia sus propios intereses a costa de sus socios comerciales.
China no es la única víctima. Estados Unidos no ha vacilado a la hora de blandir el palo de los aranceles contra otros grandes socios comerciales, entre ellos la Unión Europea, Japón, Canadá y México.
Al amenazar la imposición de aranceles unilaterales, prohibiendo productos foráneos cobijándose en la "seguridad nacional", desafiando la autoridad y normas de la OMC....el camino de Estados Unidos es ir en contra de lo que es el comercio justo genuino, lo que es destructivo para el sistema comercial multilateral.
Como la mayor economía del mundo y única superpotencia, se espera que Estados Unidos lidere, no intimide.
EEUU primero se ha convertido de hecho en "EEUU superior" y se podría convertir en "EEUU solo". Estados Unidos no debe ir muy lejos a la hora de oponerse al mundo entero.