Por Noemí Galbán
LA HABANA, 31 may (Xinhua) -- Las recientes medidas de Estados Unidos, en particular la aplicación del Título III de la Ley Helms-Burton, buscan "atemorizar" a países interesados en comerciar e invertir en Cuba, dijo hoy el director general para Estados Unidos de la cancillería cubana, Carlos Fernández de Cossío.
De igual forma buscan "obstaculizar" una futura mejoría de las relaciones bilaterales, indicó.
Durante un intercambio con el cuerpo diplomático y los representantes de las firmas europeas, Fernández de Cossío se?aló que el Título III de la Ley Helms-Burton persigue convertirse en la principal política de la creciente hostilidad de la administración de Donald Trump contra Cuba.
El pasado 2 de mayo y tras 23 a?os de inactividad, el Departamento de Estado de Estados Unidos decidió implementar el Título III de la Ley Helms-Burton, legislación considerada por el diplomático cubano como la "política fundamental" de la "agresividad" del gobierno estadounidense contra La Habana.
Esta normativa es calificada por el gobierno cubano de "ilícita, inaplicable y sin valor ni efecto jurídico", ya que su pretensión es "perpetuar el clima de hostilidad política" entre los dos países, "intimidar" a empresarios extranjeros y "perjudicar" el comercio internacional con Cuba.
"Hasta hace unos meses podíamos hablar de un retroceso en las relaciones entre Cuba y los Estados Unidos, frase que es insuficiente para describir el estado de los vínculos bilaterales. Hoy podemos hablar con seguridad de una conducta de agresividad y hostilidad abierta del gobierno de Estados Unidos", afirmó.
La activación del Título III de la Ley Helms-Burton permite a los estadounidenses establecer demandas en cortes de Estados Unidos contra empresas locales e internacionales que operen en Cuba, en propiedades nacionalizadas o expropiadas después del triunfo revolucionario de enero de 1959.
Hasta el momento, precisó Fernández de Cossío, se han iniciado cuatro reclamaciones en tribunales de Estados Unidos, ninguna de ellas contra firmas foráneas con inversiones en Cuba.
"Ninguna se ha dirigido contra empresas extranjeras en Cuba, sino contra (la) actividad comercial que no es necesariamente inversión de capital", se?aló el diplomático.
Alertó a su vez que un elemento a tener en cuenta es que las medidas adoptadas por la Casa Blanca no se han encaminado a da?ar los intereses comerciales que tienen empresas estadounidenses en Cuba, la mayoría con sede en el sure?o estado de Florida.
"Se puede estimar que el volumen de la actividad comercial entre Cuba y Estados Unidos en estos momentos supera los 1.000 millones de dólares, lo cual es superior al intercambio que mantiene la isla con la mayoría de los países con que tenemos relaciones comerciales", explicó.
Esto demuestra la intención de esos mismos políticos que promueven acciones legales contra empresarios de terceros países, mientras compa?ías estadounidenses luchan por ganar espacio en el mercado cubano, indicó el funcionario.
Precisó que otro de los propósitos de la Ley Helms-Burton es "obstaculizar" cualquier futura mejoría en las relaciones bilaterales entre los dos países, y "codificar" el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto desde hace casi 60 a?os unilateralmente por Estados Unidos contra Cuba.
"La Ley Helms-Burton busca atar las manos del actual mandatario y de cualquier futuro presidente de los Estados Unidos que pudiera interpretar que es de interés nacional levantar el bloqueo económico y mejorar las relaciones con Cuba", denunció Fernández de Cossío.
Agregó que en la medida que se presenten demandas en tribunales estadounidenses y posibles fallos favorables a los reclamantes, se convertirían en obstáculos adicionales a resolver en cualquier eventual intención de un mandatario de ese país por reformar los vínculos bilaterales.
Sin embargo, cada vez con mayor peso, la sociedad estadounidense en su conjunto, la mayoría de la comunidad cubano-americana residente en ese país y el empresariado, pugnan por extender los lazos entre ambos países, afirmó el director general de Estados Unidos de la cancillería cubana.
"El tiempo está a favor de una relación respetuosa y civilizada entre Cuba y Estados Unidos, por mucho que los actuales responsables de la política exterior se empe?en en poner obstáculos y sabotear cualquier perspectiva de mejoramiento", a?adió el diplomático.