Por Zhong Sheng
Beijing, 11/06/2019 (El Pueblo en Línea) - Un proverbio chino dice: "una persona que persigue intereses debe estar unida a la moralidad." Algunos políticos estadounidenses de corta visión podrían no entender esta verdad. Por el contrario, abandonan personalmente la moralidad internacional que una vez publicitaron y dejan que el mundo vea claramente lo que significa la traición.
Desde la década de 1940, Estados Unidos es la primera potencia mundial. Ha cambiado gradualmente su antigua política de "aislacionismo", ha participado activamente en los asuntos globales, ha hecho públicos sus valores y se ha esforzado por dar forma a la imagen del "país más grande", tejiendo mitos como que EE.UU es "líder de la libertad en el mundo". Sin embargo, el gobierno actual de Estados Unidos quiere derrotar completamente la llamada integridad moral, que ha sido ampliamente cuestionada.
Algunos políticos en Estados Unidos hablan de "comercio libre, justo y recíproco", pero chantajean constantemente con imponer aranceles; dicen que "crean un ambiente de inversión abierto", pero reprimen a otras compa?ías "sin motivos con base"; cuando se enfrentan a un problema durante su propio desarrollo enga?an a la gente y transmiten contradicciones internas; hablan de responsabilidad internacional todos los días pero se retiran unilateralmente de tratados internacionales como el Acuerdo de París; se anuncian como "una fuerza importante para salvaguardar la paz mundial" pero intervienen arbitrariamente en los asuntos internos de otros países; lanzan acusaciones infundadas de violación de derechos humanos sobre otros países pero se retiran del Consejo de Derechos Humanos de la ONU ... Una encuesta realizada por el organismo asesor Gallup muestra que de los 134 países seleccionados, la cantidad de personas que tienen una opinión positiva sobre Estados Unidos actualmente continúa disminuyendo, en comparación con hace unos a?os. El descenso es casi de 20 puntos porcentuales.
Hoy en día, todos han visto la verdad de la llamada moralidad estadounidense: lo que interesa a Estados Unidos es la "moralidad", y quien no ayude a lograr "America First" directamente "no es moral". Incluso muchos aliados estadounidenses han sufrido grandes pérdidas. La retirada unilateral de Estados Unidos del Acuerdo de Asociación del Pacífico sorprendió a los otros países participantes; Estados Unidos anunció unilateralmente su retirada del acuerdo nuclear iraní, echando a perder los resultados de a?os de arduas negociaciones; Estados Unidos acaba de emitir una declaración conjunta con la Unión Europea para suspender el aumento de aranceles, u una vez más impone un arancel del 25% a los automóviles europeos. Joseph Nye, quien propuso el concepto de "poder blando", debe admitir que el "poder blando" de Estados Unidos se ha debilitado.
La distorsión y el desprecio de Estados Unidos por la moralidad internacional ha expuesto la práctica de algunos políticos estadounidenses con un pragmatismo extremo. Desde su punto de vista, los intercambios internacionales simplemente no tienen valor ni reglas, como si además del intercambio puro de intereses se tratara de una confrontación de poder. La llamada "moralidad" no es más que una herramienta para que EE.UU luche por el derecho de voz, crear una opinión pública y, en última instancia, buscar ganancias propias.
La verdadera moralidad internacional no solo es la base del derecho de voz internacional, sino que también representa el consenso de la comunidad internacional sobre algunos temas y representa el respeto de la civilización humana por algunos valores. Por ejemplo, debemos cooperar entre nosotros sin que afecte a nuestros vecinos, debemos respetar la ley y no ser caprichosos, debemos respetarnos y tratarnos como iguales y no ser los únicos que piden respeto y dominan ... El pisoteo inescrupuloso de los valores internacionales solo puede convertirse en blanco de críticas y será condenado por la comunidad internacional.
Como potencia mundial, Estados Unidos debe asumir su debida responsabilidad. Cuanto más complejo sea el problema, más debe mostrar la gracia y la sabiduría que coincide con su propio tama?o. Debemos saber que en el mundo actual, la influencia internacional de un país no depende únicamente de su propia fuerza, sino que, en última instancia, depende de mantener valores comunes, promover un consenso más amplio, lograr una cooperación más amplia y lograr el beneficio mutuo y el desarrollo común.
A algunos políticos en Estados Unidos les aconsejamos que comprendan la verdad más básica: ni el desarrollo nacional y social, ni el desarrollo mundial y humano se construyen sobre la base de la traición.