WASHINGTON, 14 jun (Xinhua) -- La Cámara de Comercio de Estados Unidos, una importante organización de lobby en el país, reiteró este viernes su oposición a la imposición por parte de la Casa Blanca de aranceles adicionales sobre las importaciones desde China, pues esas tarifas perjudican los negocios, la economía y a los consumidores de EEUU.
"Los actuales aranceles del 25 por ciento sobre las exportaciones chinas por valor de 250.000 millones de dólares ya están causando grave da?o a los consumidores, agricultores, granjeros y empresarios de EEUU", dijo en un comunicado el vicepresidente y director de asuntos internacionales de la cámara, Myron Brilliant.
"Las tarifas propuestas sobre los otros 300.000 millones de dólares de importaciones chinas solo empeorarán el da?o a esos grupos y al resto de la economía", afirmó Brilliant.
"Instamos a la administración a aprovechar la próxima cumbre del G20 en Osaka para volver a la mesa de negociaciones, con el objetivo de llegar a un acuerdo de alto estándar, integral y aplicable que ponga fin a las tarifas ya en cumplimiento y prevenga mayores inconvenientes a todos los estadounidenses", dijo.
Las declaraciones de Brilliant se producen en momentos en que la Oficina del Representante Comercial de EEUU anunció el viernes que celebrará audiencias públicas del 17 al 25 de junio sobre las tarifas propuestas sobre los 300.000 millones de dólares de productos chinos, con la participación de más de 300 testigos.
Un total de 661 compa?ías y asociaciones de Estados Unidos han firmado una carta dirigida al presidente Donald Trump, pidiendo a su administración suspender la subida arancelaria y llegar a un acuerdo con China.
"Sabemos de primera mano que las tarifas adicionales tendrán un significativo impacto negativo en el largo plazo sobre negocios, agricultores, familias y la economía de Estados Unidos", dijo el jueves en su misiva el grupo Tariffs Hurt the Heartland, una campa?a de lobby contra el incremento de los aranceles.
Según la carta, la combinación del impacto de las tarifas impuestas anteriormente y las represalias con las nuevas tarifas sobre otros productos chinos por valor de 300.000 millones de dólares, una vez impuestas, resultará en la pérdida de más de dos millones de empleos en EEUU y más de 2.000 dólares en costes extra para una familia media estadounidense de cuatro personas.
"Una escalada de la guerra comercial no se corresponde con los intereses del país, y ambas partes perderán", indica la misiva.