MEXICO, 9 jul (Xinhua) -- El gobierno de México realizará las gestiones necesarias para resolver las diferencias comerciales que Estados Unidos tiene con el acero y el tomate mexicanos, afirmó hoy el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador.
"Tengo confianza de que vamos a poder enfrentar este nuevo desafío sobre aranceles en el acero y lo mismo en cuanto a lo de la exportación del tomate", indicó López Obrador en su habitual rueda de prensa diaria.
Dijo que este martes sostendrá una reunión con sus asesores para abordar el asunto del metal, junto con el del tomate.
El Departamento de Comercio de Estados Unidos anunció el lunes que impondrá los derechos antisubvenciones a productos de acero estructural de México, como parte de una investigación iniciada el 4 de enero pasado a solicitud del American Institute of Steel Construction Full Member Subgroup, con sede en Chicago, Estados Unidos.
Esto significa que las exportaciones de las empresas mexicanas involucradas, que no se dieron a conocer, estarán sujetas al pago de derechos antisubvenciones a su ingreso al mercado estadounidense.
López Obrador aclaró que estas medidas no tienen relación directa con el recién acordado Tratado México-Estados Unidos-Canadá (T-MEC) de libre comercio, ni con los aranceles al acero y al aluminio, que estuvieron vigentes hasta el 20 de mayo pasado.
Expuso en "lo que tiene que ver con el tomate, que ya se está pasando el tiempo y es injusto completamente el que se estén cobrando aranceles (...) y también en lo que se dio a conocer el día de ayer (lunes) sobre el acero".
El Departamento de Comercio estadounidense impuso desde el 7 de mayo pasado un arancel del 17,5 por ciento a las importaciones de tomate mexicano, debido a que los dos socios no pudieron renovar un acuerdo que suspendió una investigación "antidumping" estadounidense.
El tomate es el tercer mayor producto agrícola de exportación de México, después de la cerveza y el aguacate.
México exporta a Estados Unidos alrededor de 2.000 millones de dólares anualmente en tomate, además de que uno de cada dos tomates que se consumen en el país vecino son de origen mexicano, según datos del gobierno mexicano.