Kuala Lumpur, 12/07/2019 (El Pueblo en Línea) - El Boeing 777 de Malaysia Airlines que se precipitó sobre el océano índico el 8 de marzo del 2014 estuvo pilotado hasta el final, lo que abonaría la hipótesis del suicidio. Eso han averiguado los investigadores franceses que se ocupan el caso, según La Vanguardia.
La desaparición del vuelo MH 370, en el que viajaban 239 personas de 14 nacionalidades, es aún hoy uno de los grandes misterios en la historia de la aviación. Se han barajado diversas hipótesis -atentado terrorista por sabotaje, derribo accidental por un misil, suicidio del piloto por razones políticas, intoxicación a bordo-, pero ninguna ha prosperado. En julio del 2018, el equipo de investigación internacional que constituyeron las autoridades de Malasia terminó su trabajo sin poder establecer las causas del siniestro. Francia es el único país que oficialmente aún está investigando, ya que cuatro ciudadanos galos viajaban a bordo del aparato.
Los dos jueces de instrucción parisinos que llevan el asunto lograron, tras muchas resistencias, poder viajar a Estados Unidos, a la sede de Boeing cerca de Seattle, junto a expertos en transporte aéreo de la Gendarmería, para reunir más información. Allí tuvieron que firmar un documento de confidencialidad. No todo puede ser revelado. Sin embargo, ha trascendido que, según los datos en posesión de Boeing, alguien estuvo a los mandos del avión hasta que cayó al océano. Al parecer, el aparato realizó algunos virajes anormales, lo que lleva a suponer que no volaba sin control. Con todo, los investigadores son cautos y no están en condiciones todavía de saber qué fue lo que pasó ni de aseverar que el piloto fue el causante voluntario de la catástrofe.