BERLIN, 25 sep (Xinhua) -- A pesar del auge del populismo en Europa, las elecciones generales celebradas en Alemania del domingo terminaron sin grandes sorpresas y tras una dura campa?a con la victoria de la unión conservadora encabezada por la canciller Angela Merkel.
Aunque el margen obtenido por la Unión Cristianodemócrata (CDU) y su hermanada Unión Socialcristina bávara (CSU) fue menor que el que tenía hasta ahora, es suficiente para garantizar un cuarto mandato de Merkel con el apoyo de otros partidos.
Tras 12 a?os consecutivos al frente del Gobierno alemán, Merkel se ha destacado por apoyar la globalización y la cooperación internacional. Para quienes se preocupan por los lazos entre China y Alemania, su victoria es una buena se?al.
Merkel visitó diez veces China durante su mandato, un hecho que supuso mucho para el desarrollo de los lazos bilaterales. Dado el peso que estos tienen, es de esperar que la dirigente siga por la misma senda y favorezca un progreso ulterior.
Las razones son están claras.
China y Alemania han forjado una de las relaciones bilaterales más importante del mundo. En 2010, sus lazos pasaron a ser asociación estratégica y en 2014, durante la primera visita de Estado al país europeo del presidente chino, Xi Jinping, se elevaron a asociación estratégica integral.
Junto con los más de dos millones de intercambios personales en solo 2016, China se convirtió por primera vez en el mayor socio comercial de Alemania, que es por su parte el mayor importador de productos chinos en Europa.
La sólida economía alemana, a la que seguramente han contribuido los estrechos vínculos con China, es el as en la manga que Merkel ha utilizado en las elecciones del domingo al Bundestag (Parlamento).
Durante sus tres últimos mandatos, la segunda y la cuarta economías del mundo se complementaron en gran medida. La reestructuración económica china y su floreciente mercado crean oportunidades para las empresas germanas, mientras las instalaciones y experiencia de gestión alemana contribuye a la modernización industrial de China.
En un mundo cada vez más volátil, una relación madura entre Alemania y China es esencial para la prosperidad y la estabilidad del globo. Con una significativa influencia internacional, ambas naciones están comprometidas a tratar los conflictos y crisis a través de medidas políticas y diplomáticas, y no de acciones militares.
Además, como firmes partidarios de la economía abierta frente al proteccionismo, China y Alemania comparten una posición común sobre la globalización económica y el multilateralismo, así como un compromiso con el acuerdo climático de París.
Tal como han se?alado varios analistas, los dos países están a mitad de camino de establecer unos lazos "especiales", y cualquier interrupción sería demasiado costosa.
En particular, las dos partes deben tener en cuenta el surgimiento del proteccionismo en algunos rincones de Europa.
Durante a?os, la Alemania liderada por Merkel ha sido uno de los máximos exportadores y mayores beneficiarios del libre comercio. Sería desalentador que Berlín permitiera barreras comerciales contra empresas extranjeras, incluidas las chinas, lo que no sólo bloquearía las exportaciones e inversiones, sino que también perjudicaría a los propios europeos.
Es muy probable que Merkel, como líder política experimentada, continúe luchando contra el proteccionismo y manteniendo sin contratiempos las relaciones entre Alemania y China así como la libre economía mundial.