Por Noemí Galbán
LA HABANA, 14 jun (Xinhua) -- La actual política de Estados Unidos hacia Cuba, marcada por una franca hostilidad y el serio retroceso de los nexos bilaterales, está controlada por el ala más conservadora del Gobierno del presidente Donald Trump, aseguraron hoy académicos estadounidenses.
Expertos de varias universidades y centros de estudios estadounidenses coincidieron en que figuras como el asesor de Seguridad Nacional, John Bolton, el secretario de Estado, Mike Pompeo, y el senador republicano Marco Rubio, han influenciado negativamente a Trump para regresar al pasado.
"La perspectiva de esta Administración sobre Cuba responde a las visiones de los neoconservadores que Trump tiene en su Gobierno. Ellos no apoyaron la apertura de Obama y por eso han hecho todo lo posible para revertirla", afirmó a Xinhua Gary Prevost, profesor de Ciencias Políticas de St. Benedict and St. John's University.
Prevost participó hasta este viernes junto a más de 60 académicos de ocho países en la Conferencia Internacional de Estudios sobre Estados Unidos y Procesos Hemisféricos en la Universidad de La Habana, donde debatieron disímiles temas acerca de la política exterior y doméstica de la nación norte?a.
Según el profesor universitario, Washington acude a tácticas de los tiempos de la Guerra Fría para retroceder en las relaciones con La Habana y en franca oposición a sus ciudadanos y la mayoría de los conglomerados empresariales.
"Actualmente, las grandes corporaciones, sectores políticos de ambos partidos, la mayoría de la prensa norteamericana y una buena parte de los cubano-americanos apoyan mejores vínculos entre los dos países", a?adió.
En las últimas semanas, la Casa Blanca ha intensificado las medidas contra la isla, al prohibir el arribo de cruceros, embarcaciones recreativas, aviones privados y corporativos a La Habana, y cancelar los viajes grupales "pueblo a pueblo" con fines educativos y culturales.
Asimismo, el pasado mes de mayo el Departamento de Estado activó el Título III de la Ley Helms-Burton que permite a ciudadanos norteamericanos demandar a empresas locales y extranjeras que operan en Cuba en propiedades nacionalizadas o expropiadas después de 1959.
Esto se une a una declarada hostilidad de la Administración Trump desde 2017 para recrudecer el bloqueo comercial contra la nación caribe?a con mayores sanciones financieras con vistas a afectar aún más la economía cubana.
"Si Trump es reelecto el próximo a?o la política de Estados Unidos será igual que la actual mientras que el control de la misma lo tengan los neoconservadores como Bolton y Pompeo. Serían cuatro a?os más de relaciones muy difíciles", opinó Prevost.
En tal sentido, el experto agregó que si existiese un cambio en la presidencia de Estados Unidos tras la elección de noviembre del a?o próximo, existe la posibilidad de un cambio de política que regresaría al acercamiento iniciado por el exmandatario Barack Obama.
"Los 24 precandidatos demócratas tienen posiciones similares a las de Obama sobre Cuba y por ende hay la posibilidad de un cambio en este sentido", dijo.
Por su parte, Michael Traugott, profesor de relaciones internacionales de la Universidad de Michigan, afirmó que el empeoramiento en los vínculos entre Washington y La Habana está muy relacionado con asuntos de política interna en Estados Unidos.
"La Administración Trump toma este camino con Cuba porque tiene que ver mucho con cuestiones domésticas en Estados Unidos pues busca ganar un estado como Florida en una futura campa?a electoral el próximo a?o", se?aló.
Traugott manifestó a Xinhua que Bolton ha sido clave en influenciar al jefe de Estado norteamericano en endurecer las sanciones hacia la mayor de las Antillas.
El académico opinó que es posible que una victoria electoral en 2020 de un candidato del Partido Demócrata signifique un regreso al proceso de normalización iniciado en 2015 pero no de manera inmediata.
"Hay algunos cambios que un nuevo presidente pudiera hacer que no requerirían de mucho esfuerzo como traer de vuelta al personal necesario en la embajada norteamericana en La Habana y quitar algunas de las restricciones de viajes", resaltó.
Este tipo de acciones, precisó, no requerirían de negociaciones o diálogos diplomáticos bilaterales pero otras esferas que se han visto afectadas por la agresividad de la Administración Trump demandarán de mayor tiempo.
El profesor universitario norteamericano aseguró que desde el punto de vista empresarial o de negocios, tendrían que retomarse los contactos diplomáticos entre los dos países pues estos se han visto severamente afectados en los últimos dos a?os y medio.
"Se debe reestablecer la confianza para ambas partes y regresar al camino de la normalización de relaciones", apuntó.